El técnico valenciano ha sido capaz de mejorar notablemente los números y las sensaciones del Real Zaragoza, pero hay algo que todavía se le atraganta: la regularidad en las victorias. Tras sumar los tres puntos ante el Andorra, la escuadra maña buscará frente al Alavés su segunda victoria consecutiva, un hecho que no ha conseguido con Fran Escribá en el banquillo y que podría permitir aspirar a otros objetivos.
Las rachas de Escribá
Escribá llegó a la capital aragonesa y alteró totalmente el ánimo de la plantilla. Comenzó con dos empates frente a Málaga y Burgos, aunque con un cambio reconocible en el juego. El premio no se resistió más y en la tercera jornada logró ganar el primer encuentro. Tardó seis jornadas en cosechar su primera derrota, de hecho, solo ha perdido 2 encuentros (ambos por la mínima), por cuatro victorias en el casillero. Sin embargo, ninguna de ellas se ha conseguido de manera continua, pues tras ganar al Ibiza se empata contra el Albacete, tras ganar al Huesca, se pierde en Butarque y tras el triunfo en Villarreal, se cae en Gijón. Tras ganar al Andorra, está por ver…
Sin duda, Fran y compañía están logrando mejorar los registros anteriores, tanto a nivel de puntos, como de goles, etc. Pero no termina de encontrar la estabilidad y la regularidad que marcarían la diferencia. Haciendo un repaso más profundo, después de aquella derrota ante el Leganés, el equipo empató contra el Mirandés y remontó en Villarreal. Con otro desplazamiento fuera de la Romareda, el subidón invitaba a creer. Lejos de conseguirlo, firmó un partido para olvidar. De nuevo en casa, no pasa del empate y este domingo logra la victoria en la última jugada del encuentro.
Una secuencia que se repite
Así pues, observamos que desde el empate en Albacete los resultados de los zaragozanos siguen un patrón: Empate, victoria, derrota. Por lo que, siguiendo esta norma, al Real Zaragoza le tocaría caer ante los vascos. Empate Ponferradina, victoria Andorra…
No obstante, esa teoría no significa nada. Y el sábado el conjunto zaragocista tiene una oportunidad para romper esa estadística oscura que persigue a Escribá. El escenario es complicado. Llega al Municipal un gran equipo, el Alavés. Cuarto clasificado de la Liga Smartbank y uno de los aspirantes al ascenso directo, que se encuentra en un magnífico momento, con tres victorias seguidas. En la ida el Real Zaragoza sufrió la derrota 1-0 con un jugador más, la cual supuso el cese del entonces entrenador, Carcedo.
El equipo aragonés debe hacerse fuerte en casa, aprovechar el empuje de su afición y que la Romareda sea su fortaleza, algo que se ha desvanecido con los últimos dos empates a 0.
Por si fuera poca la dificultad, el míster tendrá que afrontar la acumulación de bajas importantes. La suerte no es un factor que acostumbre a acompañar a los blanquillos y Mollejo, Azón y Bermejo no podrán disputar el encuentro. A pesar de todo, no hay excusas que valgan y la única opción posible es ir a ganar con los recambios disponibles.
Carcedo vence a Escribá
Juan Carlos Carcedo, el exentrenador del Real Zaragoza, sí consiguió esas dos victorias consecutivas. Aunque sus números eran inferiores (Escribá ya le ha superado con cuatro partidos menos), fue capaz de sumar los 3 puntos ante Ponferradina y seguidamente Sporting para apaciguar las aguas en la ciudad del Ebro.
Conscientes de la importancia
Llevarse los puntos este sábado supondría un ‘chute’ de confianza que permitiría tener la flecha para arriba y, quien sabe si soñar con el play-off. Así lo aseguraba el propio Fran Gámez: “Nos está faltando conseguir esas dos victorias seguidas para mirar hacia arriba”. El optimismo está presente en el vestuario zaragocista. Que siga así.