La SD Eibar trazó, tras su descenso de categoría, un plan para pasar de puntillas por la Liga Smartbank. Agotado el proyecto en Primera, decidió dar un vuelco a su plantilla para transitar de rebote por la categoría de plata. A cinco jornadas del final, acaricia su objetivo de ascenso en su primera temporada en Segunda. Su renta, de dos puntos, no permite concesiones y entre Almería, Valladolid y el equipo armero se disputan los dos puestos de ascenso directo. Pero el conjunto de Gaizka Garitano se ha mostrado como el más fiable de toda la campaña. Ahora, en la recta decisiva, debe refrendar todo el trabajo realizado hasta el momento con la consecución de su objetivo: volver a Primera tras siete campañas en el máximo nivel del fútbol español.
El líder de la categoría es también el equipo que menos pierde y el mejor local. En su feudo de Ipurúa ha obtenido 41 puntos y sólo ha concedido una derrota. Fue ante la Ponferradina, en la segunda jornada de Liga. Por tanto, los guipuzcoanos no pierden en casa desde el 22 de Agosto. 7 meses sin que el rival se lleve los tres puntos de su estadio. Una prueba de la empresa que afronta este sábado el Real Zaragoza.
El Eibar de Gaizka Garitano
El de Garitano es un equipo de gran nivel, con individualidades diferenciales que hacen que la balanza se suela decantar de su lado. Un equipo que compite, se repone a los golpes y es capaz de voltear un resultado con su caudal ofensivo. Pero no está en su mejor momento. En los últimos cuatro partidos ha encajado seis goles y ha concedido una derrota y dos empates. El Real Zaragoza necesita un punto para certificar la permanencia, aunque el descenso esta temporada no va a exigir una gran puntuación. El cuadro blanquillo aventaja en 15 puntos -los mismos que restan en juego- a Real Sociedad B y SD Amorebieta. Una carambola impensable que debería acercar definitivamente los trámites para el traspaso de poderes en el nuevo organigrama del club maño. Un punto que en Ipurúa sólo han logrado Leganés, Málaga, Fuenlabrada, Mirandés y Las Palmas.
Ahora que en Zaragoza se mira más hacia el verano que a la temporada en curso, ahora que empiezan las cábalas y los bailes de nombres relacionados con el futuro del club, vale la pena echar un vistazo a la localidad eibarresa. Para cerciorar lo que no va a poder hacer el Real Zaragoza de la 2022-23. En el momento de confeccionar un nuevo proyecto, una plantilla para luchar por los objetivos del club, siempre ayuda tener el músculo financiero que te permita convencer a los jugadores que anhelas.
SD Eibar, fichar a golpe de talonario
La SD Eibar se ha caracterizado, en su paso por Primera División, por ser un club austero, de pocos dispendios económicos y ningún despilfarro en la contratación de jugadores. Más bien, ha ido rastreando el mercado de jugadores libres, de talentos en alza de Segunda División y nunca ha gastado más de lo que generaba. Pero para su regreso a Segunda, César Palacios, nuevo director deportivo de la entidad tras la salida 14 años después de Fran Garagarza, confeccionó una verdadera revolución con la salida de las fichas más altas de la plantilla y dejando espacio para un gran número de incorporaciones.
El Eibar realizó una especie de selección de los mejores jugadores de la categoría de plata, fichando a algunos de los más destacados en el curso anterior. Así llegaron Stoichkov, Corpas, Fran Sol, Sielva, Blanco Leschuk, Rahmani, Venancio, Aketxe o Javi Muñoz. Un equipazo al que, por si fuera poco, se unió con la temporada empezada el campeón del mundo Fernando Llorente.
SD Eibar, un equipazo a la carta
Una retahíla de grandes nombres con los que Garitano ha sabido crear un grupo unido que se repone ante la adversidad y que, por momentos, aplasta a su oponente. Algo más asequible cuando tu economía te permite ‘fichar gol’. Los 7 atacantes que el equipo armero incorporó en verano firmaron casi 60 goles en la campaña anterior: Corpas (12), Stoichkov (11), Blanco Leschuk (7), Fran Sol (10), Rahmani (5), Aketxe (4) y Sielva (10). El mismo ejercicio comparativo con el Real Zaragoza arroja una cifra de sólo cinco goles ente Álvaro Giménez, Borja Sáinz y Nano Mesa. Cantidad que aumentaría teniendo en cuenta a Sabin Merino, fichaje invernal, que la campaña anterior anotó 9 con el Leganés.
En el capítulo de individualidades, destaca por encima del resto el caso de Juan Diego Molina ‘Stoichkov’. El sanroqueño, que se perdió el último partido por el fallecimiento de su padre, es el líder ofensivo de la SD Eibar con 18 goles y 4 asistencias. Es el pichichi de Segunda, igualado con Stuani y Borja Bastón. Jugador de explosión tardía, no llegó a Segunda hasta los 25 años. Tras dos temporadas goleando en equipos de la zona baja como Alcorcón y Sabadell, demuestra ahora que puede ser también pieza clave en un proyecto ambicioso y que su nivel pide ya el debut en la máxima categoría. Con él, Edu Expósito o Corpas, el Eibar garantiza el peligro para la portería rival. El equipo de una pequeña localidad guipuzcoana es ahora el ‘gigante de Segunda’.