El rugby está de vuelta en Huesca. Tiene las puertas abiertas para quienes quieran acercarse este deporte. Esta tarde, el campo de césped artificial de la Universidad ha sido testigo de un encuentro entre el Rugby Huesca -ha estrenado equipación- y el Íbero Rugby. El tercer tiempo, en el bar El Pasaje. Tradición manda. Y no hay nada mejor que comentar las jugadas, los ensayos y los placajes que con una birra en la mano. Y en buena armonía. Pese a que nadie le guste perder. Los dos equipos de Huesca capital han caído ante las dos escuadras zaragozanas. Los senior por 19-41, las chicas 7-37.
El masculino ha firmado su tercera derrota en la Copa Plata organizada por la Federación Aragonesa de Rugby. Cayeron contra el Fénix y luego contra el Universitario. Pero da igual. Lo importante es que el Huesca Rugby es una perfecta válvula de escape para quienes aman este deporte, para quienes se quieren enganchar a él y para quienes se resisten a dejarlo. Recoge, en cierta medida, el testigo de los Leguizamón, de Mariano y Maxi. Ahora están conectados con el Quebrantahuesos Rugby de Monzón, el corazón del balón ovalado en el Alto Aragón.
El equipo de Huesca es su segundo equipo. Similar a un ascensor. De allí surgirán jugadores que nutran al 15 de Monzón y a él bajarán los que no puedan mantener el ritmo de la competición por temas laborales o físicos o los dos. El Quebrantahuesos juega en la liga catalana, una de las más potentes de España, si no la que más.
El Huesca Rugby tiene Facebook e Instagram a donde cualquier interesado se puede dirigir para formar parte de su equipo o empezar a sumergirse en él. El objetivo de este equipo es estar la próxima temporada en la competición aragonesa y para eso es necesario jugadores.