Había ganas del Gran Trail Sobrarbe. Esa es la conclusión que se extrae de la celeridad con la que la carrera por montaña del Pirineo aragonés ha agotado las plazas de su décima edición. La fecha, el 29 de junio. Si en 2018 su organización, a cargo del Club Atlético Sobrarbe (CAS), decidió tomarse un año de descanso, en 2019 la cita vuelve renovada. Ofrece nuevas modalidades y recorridos que han suscitado gran interés.
En apenas un mes se completaron las inscripciones tanto del Gran Trail (75 km/4.400 m+), como del Maratón (50 km/3.960 m+) y del Trail (26 km/1.915 m+). “Esto nos indica que la atracción que ya generaba la carrera se ha visto incrementada gracias al año de barbecho y que los cambios realizados han sido bien acogidos. Es una buenísima noticia en un momento en el que el mercado del trail running toca su techo“, explica David Latorre, gerente de la empresa de inscripciones y cronometraje, Tempo Finito, que asume la dirección técnica de la prueba. “Solo nos quedan unos cuantos dorsales para la modalidad de relevos -continúa Latorre-, que se estrena este año, por lo que podemos asegurar que nos acercaremos al total de 1.100 corredores”.
Además de esta nueva modalidad, en la que tres corredores se dividirán el exigente recorrido del Gran Trail en tramos de 26 km, la carrera sobrarbense ha incluido algunas variaciones en los trazados. Destaca la inclusión del pico de L’Orbar (2.430 m), una majestuosa cima en la divisoria entre los valles de Chistau y Bielsa. Se accede a través de la vistosa cresta de los Maristas. Todas las distancias surcarán este cresterío y accederán al punto de máxima altitud del recorrido, convertido ya en uno de los lugares icónicos de la prueba. Otros emblemas son el Castillo de Aínsa, el ibón de Plan o Basa de la Mora, y el pueblo de Bielsa.
Paisajes espectaculares
De esta manera, el GTS encara la recta final de su preparación. “Para nosotros es el evento más importante del año a nivel organizativo. Además, es el de mayor impacto económico tiene en la zona que durante esos días se llena de deportistas y acompañantes”, explica Alberto Bosque, presidente del Club Atlético Sobrarbe. “Tras 9 ediciones, creo que nos hemos hecho un hueco en los corazones de los corredores. Aquí disfrutan de algunos de los paisajes más espectaculares del Pirineo y también del trato familiar y cercano que dispensan nuestros más de 100 voluntarios. Por eso muchos de los participantes repiten año tras año”, explica.
Con poco menos de cuatro meses por delante antes de la gran cita, organizadores y corredores ya ultiman los detalles de su preparación ante este reto único. Estos últimos lo hacen, además, ayudados en una serie de contenidos audiovisuales con claves del entrenamiento específico que el GTS publica en sus redes sociales.