HUESCA | El Bada Huesca acaba de perder contra el Torrelavega y la trilogía para terminar la primera vuelta la cierra con cero puntos de seis posibles y lo que es peor, una imagen de un equipo descosido. Bidasoa y Barça estaba claro que eran huesos difíciles de roer, pero contra los cántabros sí había esperanza. La historia más reciente avalaba a los altoaragoneses con dos victorias consecutivas, pero eso vale para acodarse en la barra del bar y contarlo. O para las estadísticas. En todo caso para el ayer. Para el hoy, no. Y el hoy no ha podido ser peor.
Torrelavega apareció sobre el parquet, pero lo podía haber hecho sobre un rail. Ha sido igual que un tren mercancías y el Bada Huesca como quien se queda atascado en un paso a nivel y llega el tren. sin tener capacidad de maniobra para evitar la embestida. Simplemente Torrelavega se ha llevado por delante al Bada Huesca. Para hacerse una idea de lo sucedido, Nolasco paró el reloj a los 6 minutos con 6-1 en el electrónico, el montenegrino Mijuskovic firmando 6 paradas de 7 lanzamientos y los cántabros con la cabeza del mercancías a plena marcha. Encontraron hueco en el 6:0 de Bada que en vez de argamasa era de cartón piedra y así es imposible cuando tienes delante a tipos como Paredes, Oswaldo, Paredes e Isidoro puede pensar.
El producto del tiempo muerto derivó en un espejismo. El parcial de 0-3 fue una llamada a la esperanza. Se encontró mejor a Rodrigo Benites y se abrigó la posibilidad de que todo hubiera quedado en un susto. Por delante había un mundo por jugar y la entrega de la tropa de Nolasco no se cuestiona. Pero poco duró la alegría. Paredes y un excelso Oswaldo volvieron a coser con goles la ventaja. Nolasco cambió porteros, Arguillas sacó alguna bola, pero el Bada seguía sin encontrar aguja e hilo con el que enhebrar su juego. Era un querer y no poder. Se chocaba con el 6:0 cántabro y en defensa había socavones por todos los lados.
Como el muro -tradicional argumento de juego de los altoaragoneses- no funcionó en el primer acto, el Bada se fue a un 3:2:1 con Ian Moya en el adelantado en la segunda parte. A Torrelavega le costó cinco minutos desactivar la nueva defensa. Hubo una tímida reacción, pero fue escasa y el 27-20 en el minuto 37 era una losa tremenda. Y es que Torrelavega entraba como un bisturí camino de Arguillas. Con el juego colectivo roto, tan solo quedaban las individualidades del capitán bajo palos y Rodrigo Benites en el ataque que muy posiblemente entren en el Top10 de jugadas de la jornada, pero que de poco vale para el colectivo.
Nolasco volvió a parar el reloj con 30-22 y 17 minutos para terminar. La sensación era la misma; Torrelavega subido en el mercancías y el Bada sin posibilidad alguna de frenarlo. El partido, así las cosas, era una fiesta cántabra y un ruego de los altoaragoneses para que los minutos pasaran rápidos. La vía de agua era un boquete de dimensión sideral y tan solo restaba saber por cuánto iba a ser la dura derrota. Toca vacaciones, aprender de lo hecho en el conjunto de la primera vuelta y encarar la segunda con el pie en el acelerador que es en ella donde se cuece todo.
Ficha técnica
Torrelavega: Mijuskovic (p), Czaplinsky (1), Moreno (3), Lombilla (1), Isidoro Martínez (2), Paredes (4), Javi Muñoz (8). Siete inicial. Calle (ps), Adrián Fernández (2), Alex Rubiño (3), Aja (1); Facundo (2), Casanova (1), Oswaldo (8), Fernando González (1), Gandara (1).
Bada Huesca: Leo Terçariol (p), Adrià Pérez (1), Frank Cordiés (5), Gucek, Rodrigo Benites (9), Mosquera (6), Charly (4). Siete inicial. Arguillas (ps), Óscar, Ian Moya (1), Danylo, Dijà, Miguel Malo (2), Floris, Samuel.
Parciales cada cinco minutos: 5-1, 8-4, 10-8, 14-11, 19-13, 22-15 (descanso) 24-19, 28-21, 31-24, 34-25, 37-26, 39-28.
Árbitros: Iniesta-García. Excluidos Facundo, Casanova, Oswaldo por Torrelavega; Gucek, Samuel Alejandro, Malo por el Bada Huesca