Pau, Tarbes y La Piedra de San Martin en los que predominará la montaña, serán tres pasos que tendrán el privilegio de ser escenario en una de las carreras ciclistas con mayor prestigio en el mundo; el Tour de Francia.
Ciclistas en plena competición la edición pasada.|Foto: lavanguardiaLos amantes del ciclismo y sobre todo, de la montaña, agradecerán a los organizadores que hayan “acercado la montaña a París”, aumentando las etapas de montaña.
En esta ocasión el honor ha recaído en el Alpe d’Huez. Sus 21 curvas repartidas en menos de 14 kilómetros y con una pendiente media superior al 8%,serán la traca final de una edición en la que, como viene sucediendo en los últimos años, la montaña vence a la contrarreloj.
Nunca antes un Tour habrá tenido menos kilómetros cronometrados desde que en 1947 se introdujo esta disciplina. Catorce individuales(CRI) pondrán inicio a la ronda gala en las llanas calles de Utrecht. Los finales en alto serán ocho, seis de montaña: Huy, Muro Bretaña, Pierre St. Martin, Plateau d’Beille, Mende, Pra Loup, La Toussuire y Alpe d’Huez. Los Pirineos precederán, con tres etapas, a los Alpes,donde cuatro jornadas serán decisivas antes de los Campos Eliseos.
La primera semana, con proliferación de etapas llanas, cuenta con algunas trampas. Desde la segunda jornada, entre Utrecht y Zélande, toda ella en Holanda, el viento puede jugar malas pasadas. En la tercera, bajo la bandera belga, el Muro de Huy y su pendiente de casi el 10% durante kilómetro y medio, juzgará el ganador, como suele ocurrir en la Flecha-Valona.
El Tour también visitará el territorio de Bretaña con una llegada en el Muro de Bretaña en la octava etapa. Dos kilómetros de ascenso al 6,9% de desnivel.
A continuación vendrá la contrarreloj por equipos (CRE) y seguidamente la primera jornada de reposo al pie de los Pirineos, menos duros este año que los Alpes ,con la inédita subida a la Pierre Saint-Martin, 15,3 kilómetros de entrada. Los aficionados al ciclismo volverán a tener el Tour en la puerta de la provincia de Huesca. En 2015 la jornada de descanso el 13 de julio será en Pau, y al día siguiente etapa Tarbes- La Piedra de San Martin de 167 km. Una segunda etapa de desgaste, con el ascenso a Aspin y el Tourmalet, pero llegada en plano y otra meta en alto, en la cima de los 15,8 kilómetros que coronan el Plateau de Beille.
Para rematar las fuerzas de los ciclistas, la cima del mítico Alpe d’Huez mostrará al ganador las puertas de París.