El fútbol es un deporte inexacto, donde tienen cabida multitud de interpretaciones. Donde la ambigüedad de una jugada puede dar lugar a distintos juicios. Donde en cada partido, cuatro colegiados tienen que impartir la mayor justicia posible. Vislumbrar una agresión a espaldas del colegiado, distinguir un fuera de juego en el que el hombro del atacante y el pie del defensor están separados por 20 centímetros o decidir si una infracción ha sido cometida sobre la línea del área o a escasos milímetros de ella son acciones en las que entran en juego esas interpretaciones en función de si es tu equipo el favorecido o el perjudicado.
Con la llegada del VAR, esas decisiones que debían tomarse en milésimas de segundo han pasado a ser revisadas minuciosamente. En sólo cuatro partidos, el Real Zaragoza ya ha comprobado la eficacia de este nuevo sistema hasta en tres ocasiones. Y qué diferencia.
Pleno de aciertos
El VAR está siendo fundamental, tanto para el Real Zaragoza como para otros equipos de la zona alta, en este inicio de temporada. La diferencia entre empatar o ganar un partido más allá del minuto 100 puede radicar en una simple revisión. Que se lo digan al Cádiz. Sin el videoarbitraje no sería líder. Tampoco sería segundo el conjunto maño, que se ha visto beneficiado hasta en tres ocasiones.
Poco tardó en cobrar protagonismo. En el primer partido, ante el Tenerife, cuando el encuentro se acercaba al minuto 90, Álex Blanco cayó en el área. Árcediano Monescillo señaló falta en primera instancia, aunque más tarde rectificó tras ver en el monitor cómo el delantero zaragocista fue derribado sobre la línea. Javi Ros convirtió la pena máxima y culminó la primera victoria de la temporada para el Real Zaragoza. Una semana más tarde volvería aparecer el videoarbitraje para alegría maña. Valcarce anotaría el primer tanto del encuentro para la Ponferradina al filo del descanso. Sin embargo, su posición, ligeramente adelantada y no percibida por el asistente, fue corregida desde la sala VAR. Más tarde anotarían Kagawa y el propio Valcarce. Lo que fue un empate podría haber sido una derrota.
Tercera jornada y tercera intervención a favor. Esta vez fue todavía más importante que las dos anteriores. Luis Suárez cayó derribado en el área tras una patada de Andoni López. Lo que pudo suponer la segunda cartulina amarilla para el delantero colombiano se convirtió en un penalti a favor que el propio Luis transformaría a falta de cuatro minutos para el final. De nuevo, una simple revisión bastó para pasar del empate a la victoria cuando el partido ante el Elche parecía desembocar en un injusto 0-0.
Por el momento, pleno de aciertos a favor del Real Zaragoza. El VAR llegó para impartir justicia. Y vaya si lo está haciendo. Quién sabe dónde estaría a día de hoy el club aragonés si éste se hubiera implantado hace unos años. Pero todo esto son especulaciones. En el presente, el VAR sonríe al Real Zaragoza.