Paliza la que se ha llevado Casademont Zaragoza por 90-65 en la pista del Lenovo Tenerife. Un choque en el que desde el inicio ha estado muy a favor de los insulares, que han controlado a un Casademont blando en defensa, concediendo triples, y con muchísimos problemas para leer el juego en ataque. No sale nada, y toca hacer borrón y cuenta nueva. Los dos jugadores llamados a ser referencia en ataque, Mobley y Okoye, están desaparecidos.
Casademont Zaragoza saltaba a pista con San Miguel, Waczynski, Okoye, Radoncic y Hlinason. Nefasto inicio de partido, con tres triples muy liberados para Fitipaldo, Salin y Wiltjer que no perdonaban (11-2). El equipo de Jaume Ponsarnau se encomendaba a las individualidades de Waczynski para frenar la sangría (14-7). Stan Okoye se tiraba algún tiro sin venir a cuento y Mobley estaba perdidísimo por el parquet. Joan Sastre y Sasu Salin aprovechaban las facilidades rojillas y terminaba el primer cuarto 29-11.
Ponsarnau lo intentaba dando entrada a Font, quien asumía responsabilidades porque nadie más se atrevía. Rodrigo San Miguel también se ofuscaba, mientras que en el otro aro Marcelinho Huertas daba un clínic (35-15). En defensa, Casademont seguía permitiendo triples liberados a Salin (40-17). Se llegaba al descanso con 51-29 y un 8/17 en triples para los insulares.
Más de lo mismo
Si quedaba alguna opción para la heroica, había que salir a comérselos en la segunda parte. Y no fue así. Wiltjer se movía con comodidad cerca del aro y Doornekamp anotaba desde lejos. Para más inri, Casademont Zaragoza incluso fallaba contraataques en superioridad (62-34). De tiro libre en tiro libre, los de Ponsarnau iban reduciendo la diferencia conforme Tenerife se relajaba. Un canastón de Font ponía el 68-50 a falta de 10 minutos.
Javi García sacaba su orgullo con un triple, pero rápidamente era contestado por Fran Guerra y Sasu Salin (75-53). El partido estaba más que sentenciado y Aleix Font se reivindicaba con acciones de mérito. Okoye estaba muy dormido en defensa, dando la sensación de querer acabar el partido cuanto antes. No había manera de frenar los triples de Salin y se terminó cayendo por 90-65.