ZARAGOZA | Marcos Luna vuela en Zaragoza, en el curso de su explosión. Los números descubren un crecimiento total del jugador, que combina la insistencia de un fondista y las cualidades de un sprinter. El sábado, en un sistema hecho a su medida, logró conquistar la banda de Riazor. Nadie fue tan productivo como el canterano, que dibujó sin saberlo la pista del empate.
Marcos Luna representa algunas cosas: el valor esencial de los modestos en este juego, el poder del trabajo silencioso y la capacidad que tiene el fútbol para transformar las historias. En pretemporada no parecía destinado a ocupar un lugar en la reconstrucción de Víctor Fernández. Dos partidos muy concretos cambiaron ese punto de vista. El primero se jugó en Tarazona y el segundo en Tarragona. Y sin ellos su lugar sería otro.
Los números de Marcos Luna
5 meses más tarde Marcos Luna es el futbolista más en forma del Zaragoza. Combina con Aketxe, gana la línea de fondo, guarda su marca y diseña los mejores centros. Ahora mismo, acumula todos los méritos del mundo para ser titular. La revisión de sus estadísticas no solo le sitúan en ese lugar, sino como uno de los mejores laterales de La Liga. En 715 minutos ha marcado dos goles y repartido dos asistencias. Nadie en su posición tiene un mejor ratio de contribución goleadora (0,48). Es el segundo que más ocasiones genera (1,48) y el segundo con mejor índice de eficiencia. Gana el 64,8% de sus duelos y acierta en el 53% de sus regates. En la fase más gris del colectivo ha conseguido asentarse en su perfil y trasladar el debate a la otra banda: ahora mismo son Iván Calero y Dani Tasende quienes pelean por el único puesto que Luna deja vacante.
Bromista, trabajador y paciente, Marcos Luna corrigió en Irún los defectos que se le intuyeron en su segunda temporada. En su tercera estación parece más maduro, capaz de afrontar el duelo ante los mejores extremos, valiente en sus progresos, feliz tras haber cambiado los pronósticos. Con un físico privilegiado, en Coruña logró afinar en sus servicios (80% de pases, 6 de 12 en centros; 9 pases clave), hasta firmar su mejor actuación en todo el curso.
Una frase parece más vigente hoy que nunca: Marcos Luna vuela alto.