Francho Serrano, Iván Azón y Alejandro Francés son las primeras piedras del Zaragoza de la temporada 22/23. El movimiento define la voluntad de la nueva propiedad, concienciada en la necesidad de cuidar el talento que parte de la Ciudad Deportiva. Las tres renovaciones han avanzado en las últimas fechas hasta aproximarse al cierre definitivo. La más compleja era la de Alejandro Francés y las posturas parecen cada vez más cercanas.
Las presentaciones de Jorge Mas y Juan Carlos Carcedo dejaron dos frases simbólicas. El nuevo presidente del Real Zaragoza anunció que la prioridad del club era preservar los productos de su cantera: “el talento se tiene que quedar aquí e invertiremos lo que sea necesario para que el equipo represente el alma de Zaragoza”. Juan Carlos Carcedo resumió el peso de la Ciudad Deportiva con un buen eslogan: “Son nuestra fuerza”.
El temor ante esas frases es que no hubiera grandes verdades que se escondieran detrás. Pero, de momento, los movimientos que han llegado después juegan en contra de esos miedos. Raúl Sanllehí ha hecho una apuesta decidida por los tres grandes descubrimientos de las últimas dos temporadas.
Francho Serrano es un recién llegado, pero en su fútbol está la lectura de un veterano y el compromiso de un futbolista ejemplar. Su sueño, oculto y confeso, es el de ser un jugador de un solo club. Iván Azón es un nueve clásico y un delantero moderno al mismo tiempo. En carrera es una estampida y en el área maneja cada vez mejor los secretos del remate. Alejandro Francés es buenísimo. Y lo sabe. Su descubrimiento se define también con sencillez: es la mayor aparición procedente de La Ciudad Deportiva desde Ander Herrera.
En el horizonte, se valora también la renovación de Miguel Puche, el acople de Enrique Clemente o la recuperación de Luis Carbonell para el fútbol de Segunda. Los tres siguientes movimientos, productos también de una cantera ejemplar, quieren tener su lugar en el Zaragoza de Jorge Mas, Raúl Sanllehí y Juan Carlos Carcedo.
Mientras se medita la incorporación de Xabier Alkain, el Zaragoza ha decidido priorizar el inicio del relato. A través del mejor principio posible: cuidando su futuro.