HUESCA | El Huesca necesita goles para lograr la permanencia y Elady Zorrilla los ha prometido. El equipo de Hidalgo sufre en ataque y su nueva referencia ofensiva llega para marcar las diferencias: “Tenía ganas de venir a Huesca porque puedo hacer una buena segunda vuelta y puedo ayudar al equipo a conseguir el objetivo”, explicaba el futbolista jienense muy seguro de sí mismo. Elady llega cedido por el Tenerife y el partido del Heliodoro no lo podrá jugar, ya que la cláusula del miedo es de un millón de euros.
El equipo necesitaba la figura de atacante experto que pueda marcar las diferencias y Zorrilla está seguro de que puede ofrecer ese perfil. “Me gusta jugar en ataque y me adaptaré. He venido como punta y espero aportar trabajo y goles”, argumentaba con mucha soltura ante los micrófonos en su presentación. Su posición en el equipo ha generado dudas, ya que Hidalgo reclamaba un delantero y su posición habitual ha estado en la banda izquierda: “Creo que mi juego puede salir beneficiado. A Hidalgo le gusta que el punta sea móvil. Eso es lo que siempre he hecho”, decía con convicción.
Elady y la permanencia del Huesca
El reto de Elady Zorrilla y de todo el Huesca pasa por la permanencia. Los oscenses llevan en descenso durante 21 de las 24 jornadas que se han disputado. Sin embargo, el delantero de 33 años llega convencido de las posibilidades del equipo de Hidalgo: “Estoy seguro de que el año que viene disfrutaréis del Huesca en Segunda División”, sentenciaba un jugador que ha sido recibido con los brazos abiertos por parte de la plantilla azulgrana y que ha calificados como de “increíbles”.
Los números de Elady Zorrilla
Elady debutó ante el Villarreal B luciendo el dorsal 21 en su equipación azulgrana. Es su tercer club en el fútbol profesional tras el Cartagena y el Tenerife. Antes tuvo que pasar muchos años en el fútbol modesto. El futbolista de La Puerta de Segura ha jugado en campos de tierra, césped artificial y, en contadas ocasiones, de césped natural. Un trabajador nato que de pequeño no dudaba en acompañar a su padre en el campo a coger aceitunas. Su talento se dejó notar desde sus primeros pasos futbolísticos, pero no encajó ni en el Real Jaén ni en el Linares.
En el Atlético Mancha Real sacó su mejor versión, ya con 27 años, y de allí se fue al Real Murcia en el mercado invernal del 2017. En la Nueva Condomina lució y estuvo cerca de devolver a Segunda a los murcianos. De Murcia se marchó a Polonia, al Cracovia, pero solo duró un mes su aventura. El Cartagena lo recibió con los brazos abiertos y allí consiguió la entrada en el fútbol profesional con 30 años. En Segunda División lleva desde el año 2020 y en estas cuatro temporadas ha jugado 113 partidos, ha marcado 21 tantos y ha repartido siete asistencias. Unos números que espera ampliar ahora en el Huesca.