La temporada del Real Zaragoza se define a través de los empates. La mitad de sus resultados han acabado en tablas y es fácil imaginar un desenlace distinto sin la repetición de ese resultado. Miguel Torrecilla eligió el eufemismo más célebre de la temporada para resumir las aspiraciones del Zaragoza. La pomada fue a medias un chiste y a medias un sueño. Y ofrece también una doble verdad. Sin tanto empate, el Zaragoza podría haber optado a ese lugar en el playoff y untarse esa pomada. Y, sin tantas tablas, es probable que el equipo de JIM hubiese sufrido mucho más para salvarse.
Los números reflejan una curiosidad: 18 empates en 36 partidos y un resultado por encima de cualquier otro. El Zaragoza ha empatado 12 de sus encuentros a uno. Por tanto, un tercio de sus partidos se han resuelto con el mismo marcador. Fuenlabrada, Sanse, Lugo, Málaga y Amorebieta en dos ocasiones, Ponfe, Girona, Mirandés, Tenerife y Huesca han alcanzado ese resultado frente al equipo de JIM. Y esa pauta refleja una condición de este equipo: su fuerza interior y su capacidad de respuesta.
En 8 de las 12 ocasiones el Zaragoza encajó el primer tanto del partido y supo igualar el marcador. Quizá pudo parecer un equipo conservador en ocasiones, con un técnico feliz en el contexto de los empates. JIM siempre hizo suya la máxima de que empatar cuando no se puede ganar es una pequeña victoria. En ese lugar, algo conformista, ha generado críticas y controversia. Pero no debe esconder algunas de las virtudes del técnico: la capacidad que le otorgó a su equipo para rescatar puntos que parecen perdidos. Siempre a través del ingenio y la facilidad para optimizar los recursos de un equipo sin gol.
Cinco de los empates que restan fueron en partidos sin goles (Ibiza, Oviedo, Huesca, Ponferradina y Valladolid) y en una ocasión el Zaragoza empató a dos (en la vuelta ante el Ibiza). Pese a todo, queda la impresión de que la temporada queda marcada por un resultado cíclico. Si el curso registra un bucle permanente, el Zaragoza le debe su suerte y su condena a un mismo marcador.
Empate a poco.