ZARAGOZA | El Real Zaragoza empató ante el Espanyol en el Stage From Stadium, en un partido que pareció dos en uno solo. En el primero, todo fue respeto y tedio. En el segundo, hubo emoción y el mismo resultado. El Espanyol golpeó primero y el Zaragoza empató, pero no pudo golpear mejor. Se quedó a un dedo del triunfo en los últimos minutos, convencido de sus posibilidades, valiente, superior en el fútbol y en el número, pero impreciso en la resolución. Resistió el Espanyol cuando antes había aguantado el Zaragoza, y en el día en el que Manu Vallejo logró el empate, fue Sergi Enrich, con aspecto de veterano, el que se quedó a un paso de marcar. Dos resurrecciones parecieron muchas para el mismo día.
Inició serio el Zaragoza y mostró el Espanyol desde el inicio, su poder y su tensión competitiva. Aguantó bien el arreón del estreno, convencido de todas sus posibilidades. Ha cambiado la imagen y su autoestima, capaz de tomar el pulso al partido en el estadio más complejo. Resistió los primeros golpes hasta que Toni Moya probó fortuna desde la larga distancia. Respondió unos minutos más tarde Edu Expósito, en un partido que fue más pizarra que fútbol.
El encuentro se desarrolló en la disputa, en la segunda jugada, en batallas que siempre parecían intrascendentes. El duelo en Cornellá estuvo para un zarpazo, sin tiros a puerta en toda la primera mitad. En ese plan de juego, a nadie le extrañó que Mollejo fuera el mejor de los maños. Ganó segundas jugadas, le puso pierna y plena intensidad. El toledano se acercó más que nadie al gol en el primer tiempo, en un mal centro que pareció un disparo y un cabezazo que se fue lejos.
El partido pareció hecho a su medida, un duelo más en la trinchera y no en el césped. Allí, cuando todo estaba para un detalle, el centro de Brian Oliván encontró el cabezazo de Edu Expósito. Se perdieron las marcas y la acumulación de centrales dejó en peor lugar la desatención defensiva. Allí, en el sitio del remate, apareció Expósito, feliz siempre en el punto en el que los partidos pueden decidirse.
En un partido en el que nada había pasado, todo ocurrió en un instante. Valera corrió y forzó la expulsión, en una patada criminal, de Calero. Sirvió para que el Espanyol guardara su ropa y para que el Zaragoza se adueñara le sitiara en su terreno. Los cambios provocaron confusión, en propios y extraños, y el partido se detuvo pasado el minuto 70. Manu Vallejo, negado durante el curso, encontró el sitio que le buscaba todo el mundo. Se alió con Toni Moya en la frontal y con Fran Gámez en la banda. El centro del lateral llevaba su nombre y Vallejo alcanzó el empate. Lo hizo a un toque, con un golpeo brusco, convencido de sus posibilidades.
Arriesgó el Zaragoza, con un equipo mixto, que encarnó como nadie Francho Serrano. Capaz de ser muchos futbolistas en uno solo, fue un híbrido raro entre un central y un mediocampista. Pudo ganar metros el Zaragoza y se adueñó de opciones, pero no de acierto. Sergi Enrich se topó con el palo y Bermejo con Pacheco. Faltó claridad y acierto en los últimos metros, pero no intención. Aún así, pareció una oportunidad pérdida, una ocasión que no se debería desperdiciar. El Zaragoza compitió, miró a los ojos a uno de los aspirantes, pero quedó a un paso de vencer.
Su imagen parece la de un equipo distinto, mejor, capaz de resurgir ante los gigantes de la competición. El empate dejó un sabor agridulce y una impresión agradable: el Zaragoza parece capaz de ganarle a cualquiera, por mucho que no pudiera ganarle hoy al Espanyol.
Ficha técnica:
RCD Espanyol: Pacheco, Óscar Gil (El Hilali, 46′), F. Calero, Cabrera (Pol Lozano, 46′), Puado, B. Oliván, Gragera, Jofre (Pere Milla, 46′), Aguado (Keidi Bare, 62′), Edu Expósito (S. Gómez, min.62), Braithwaite.
Real Zaragoza: D. Rebollo, Jair Jr. (Sergi Enrich, 69′), A. Francés, Germán V., M. Aguado (Jaume, 87′), Maikel M. (Bermejo, 69′), Francho, Mouriño, Fran Gámez, Mollejo (Manu Vallejo, 72′), Toni Moya.
Goles: 1-0, Edu Expósito (min. 54). 1-1, Manu Vallejo (min. 73).
Árbitro: Dámaso Arcediano Monescillo. Amonestó a Óscar Gil, Pol Lozano y expulsó a F. Calero por parte del Espanyol. Amonestó a Jair Jr., M. Aguado, Toni Moya por parte del Real Zaragoza.