ZARAGOZA | El Ayuntamiento de Zaragoza ha abierto este viernes el proceso de licitación de la denominada Operación Romareda, con la previsión de que las obras, una vez superados todos los trámites, puedan iniciarse en la segunda mitad de 2024 y terminar con tiempo suficiente para aspirar a convertirse en una de las sedes del Mundial de Fútbol 2030.
Así lo ha asegurado el consejero municipal de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano, para quien la puesta en marcha de este proceso, con la aprobación por parte del Gobierno de los pliegos de condiciones del proyecto, constituye un día “importante” para los vecinos de la ciudad de Zaragoza después de las complejas negociaciones previas llevadas a cabo.
Respecto a los pliegos, aprobados un día después de que el pleno del Consistorio zaragozano diese luz verde a la modificación urbanística necesaria para acometer las obras, el edil ha destacado que establecen un plazo de derecho de uso de la superficie total a intervenir, 47.399 metros cuadrados correspondientes a la actual superficie deportiva y 20.500 más edificables, durante 75 años y un presupuesto de 36 millones.
Un plazo, ha precisado, que puede ser “mejorable” a la baja por parte de los potenciales licitadores, que durante el proceso de construcción del nuevo campo dispondrán de un periodo de carencia para abonar al ayuntamiento el canon de uso que planteen en sus respectivas ofertas, a partir del cual se incrementará cada año en un 0,8 %. Del presupuesto total establecido en los pliegos de condiciones, más de 5 millones corresponde a los trabajos de demolición previos a acometer antes de iniciarse la construcción del nuevo campo de fútbol, tiempo durante el que el Real Zaragoza podrá utilizar las instalaciones de la actual Romareda para sus competiciones deportivas.
Serrano ha explicado que el documento aprobado establece, como cláusulas de garantía, el pago de fianzas del 1 % al inicio de las obras y del 5 % sobre el proceso de construcción del campo, así como, siguiendo la recomendación de la intervención municipal, el requerimiento de un aval en el caso de que la sociedad adjudicataria hipoteque el derecho a la superficie a fin de garantizar la culminación de las obras.
Respecto a los plazos, ha destacado que las ofertas podrán presentarse hasta el próximo 15 de septiembre, periodo al que se sumarán cuatro meses más para la presentación del proyecto básico y de demoliciones, y otros seis para los proyectos definitivos, lo que garantizaría el comienzo de las obras en la segunda mitad del año próximo.
Serrano ha insistido en que el Ayuntamiento de Zaragoza “no va a perder el control” sobre la construcción del nuevo estadio, no sólo con una cláusula al respecto que acuerda el nombramiento de un funcionario municipal encargado de supervisar el proceso, sino con otra que ofrece al consistorio la potestad de celebrar tres eventos culturales o deportivos al año, “respetando el calendario deportivo del Zaragoza”.
Ha señalado que los pliegos establecen un aforo mínimo de 42.500 asientos, con al menos un total de 40.000 para la celebración de eventos deportivos, según establece la FIFA, con cuyos evaluadores se reunirán responsables municipales el próximo 19 de abril para valorar la oferta de la ciudad para ser sede del Mundial 2030.
En cualquier caso, ha añadido, estas condiciones son mejorables al alza, con puntuaciones superiores para las ofertas que presenten un mayor aforo, un canon superior o un proyecto arquitectónico singular, todo, ha resaltado, “hecho con el mayor rigor técnico y jurídico para conseguir un campo de fútbol calidad 4 estrellas”. El horizonte para la finalización de las obras está fijado para los años 2028 o 2029, con tiempo suficiente para ser sede del Mundial 2030