El balance del inicio de temporada del Real Zaragoza es muy negativo. Sin encontrarse aún con la victoria en partidos oficiales, el equipo maño se ha asentado en los puestos de descenso. El nuevo reto de esta semana: la Ponferradina. Un duelo en el que Carcedo tiene la necesidad de replantear su juego, carente en muchos sentidos, pero que se retrata en su cara más ofensiva. La solución tal vez tenga nombre propio: Iván Azón.
El jugador, que la pasada temporada se asentó como revulsivo afrontando la recta final de los encuentros con energía y sobre todo dianas, esta temporada parece tomar un rol principal en la delantera. Desde su lesión el equipo no es capaz de reencontrarse de cara a portería.
El joven canterano lleva ya más un mes apartado de los terrenos de juego, desde el último partido de la pretemporada frente al Betis. Y no parece que vaya a reaparecer en varías jornada, aunque los médicos avisan, la evolución está siendo favorable. De hecho, esta semana le hemos visto ejercitarse con los fisioterapeutas, de forma individual, lejos aún de ejercitarse con el grupo.
Ante la ausencia de Iván Azón la delantera del Real Zaragoza sobrevive sin especial acierto, sin un líder. Aunque lo cierto es que los problemas vienen de más atrás, el conjunto no es capaz de generar ocasiones, ni mucho menos peligro.
La delantera frente al Lugo
Giuliano Simeone es la principal alternativa a Azón, un jugador similar, joven, con ganas de dejarse la piel, dinámico. De hecho, fue el mejor de la plantilla en la última visita a la Romareda, anotando su primer gol oficial con el equipo y estrenándose como goleador en la Segunda División. Un gol que no fue suficiente y que parece más bien fruto de la fortuna. Aun así, el cedido del Atlético de Madrid mostró su mejor cara desde que llegó al equipo, en el que cada vez se siente más cómodo, mostrando confianza y decisión creando peligro en el área, aunque visto sea el resultado, insuficiente.
También tuvo oportunidad para estrenarse en la delantera la última incorporación, el que prometía poder ser uno de los goleadores del equipo: Makhtar Gueye. El jugador entraba por Sergio Bermejo con una clara intención de cambio en el esquema, en el minuto 74. Carcedo mostraba así sus intenciones de apostar por una delantera de tres a la que se sumaba la entrada de Mollejo y la salida de un poco eficiente Eugeni Valderrama.
En su estreno Gueye tuvo escasas ocasiones para lucirse, aunque las sensaciones no fueran malas. Además, dejo clara la necesidad de explorar oportunidades de gol en los saques de esquina, donde junto a Jair y Petrovic crean una gran ventaja ofensiva debido a la altura de los tres. Mollejo de nuevo dejó la sensación de que su máximo nivel está aún por llegar.
Con muchas opciones, y sin ninguna clara, tal vez Iván Azón sea la pieza que complete el puzle, la x que resuelva la ecuación. El Real Zaragoza no espera refuerzos en el ataque donde acumula jugadores suficientes, en teoría, para poder encajar el gol, pero la fórmula, no funciona. Será cuestión de tiempo, de adaptación o tal vez de recuperar la rasmia de Azón, el canterano puede ser el nueve definitivo.