El Real Zaragoza carece de todo para irse de Miranda de Ebro con un punto que ni siquiera sabe mal. El equipo de Víctor Fernández pareció firmarlo desde el inicio y tras un encuentro plano, sin ritmo ni continuidad, los jabatos también lo dieron por bueno. El conjunto aragonés, a falta del choque de mañana entre Albacete y Racing de Ferrol, dormirá a 7 puntos del descenso.
Edgar Badía (5): Tarde plácida para el meta del Real Zaragoza, pues el Mirandés apenas generó situaciones de peligro.
Santiago Mouriño (6’5): El Mirandés cargó menos su costado que el izquierdo, pero el partido del uruguayo fue solvente. No sufrió en defensa, le imprimió un punto de energía, intensidad y contundencia necesario y arriba se le vieron las costuras algo más. Aun así, fue capaz de generar ventajas en el último tercio en los minutos finales.
Lluís López (3’5): Cometió un error grotesco, prácticamente sin oposición, que Jair se encargó de solucionar. Es cierto que gestionó bien el duelo individual con Carlos Martín, casi siempre en superioridad, pero su actuación dejó muchas más sombras que luces
Jair Amador (5’5): Estuvo imperial en los duelos y leyó bien la debilidad patente a la espalda de Lecoeuche. Se vistió de bombero en el primer tiempo, mayormente, para apagar varios fuegos y con balón subió un par de peldaños sus prestaciones.
Quentin Lecoeuche (4’5): No tuvo demasiada oposición para ganar altura de manera constante, pero Ilyas Chaira le apretó y le hizo sufrir en defensa. Aunque mejoró con el paso de los minutos, el Mirandés le detectó como el perfil más débil de la zaga.
Toni Moya (1’5): Su ejecución del balón parado duele a la vista, como su temporada en general. Le falta precisión, recorrido, valentía… No es ni la sombra de lo que un día fue y su figura representa, quizás, la mayor decepción de la temporada.
Marc Aguado (3’5): Estuvo bien en la segunda parte en fase de recuperación, pero lateralizó demasiado su posición durante todo el partido. Con balón abusó, otro día más, del pase de seguridad.
Germán Valera (2): Su nula participación propició que Jonathan Gómez jugara el partido más cómodo de su temporada. Fue incapaz de generar peligro ni con balón ni sin él y en carrera volvió a demostrar que está lentísimo.
Maikel Mesa (1’5): Tuvo las dos mejores del partido del Real Zaragoza, pero fracasó en todos sus intentos. El equipo mejoró ligeramente tras su salida del campo y su actuación la definen los 29 toques que dio en los 77 minutos que estuvo sobre el césped.
Adrián Liso (5): A su fútbol le faltó un punto de valentía, pero fue de lo poco rescatable de la tarde de hoy. El Real Zaragoza encontró en él un extremo participativo, móvil, que de no ser por la incomparecencia de Bakis en el área, sus centros habrían supuesto una seria amenaza.
Sinan Bakis (0): Contagiado por el Virus Pape, el delantero del Real Zaragoza pareció ser en Anduva un tipo antiprofesional. Vivió desquiciado desde el primer minuto, perdió 7 de los 9 duelos que disputó y con el balón en los pies agotó la paciencia de cualquier zaragocista. Dramático.
También jugaron:
Iván Azón (3): Absolutamente desaparecido.
Pau Sans (SC)
Manu Vallejo (SC)
Fran Gámez (SC)
Entrenador:
Víctor Fernández (4): Su planteamiento estuvo terriblemente condicionado entre sanciones y lesiones y su Real Zaragoza no supo a nada. Repitió con Mouriño en el lateral, juntó a Moya y Marc y Liso debutó como titular, pero las intenciones fueron nulas y el equipo dejó pasar 90 minutos sin generar nada. Con los cambios dibujó un ataque con Sans en izquierda, algo raro, que tampoco pudo desatascar el partido. Su rueda de prensa post partido, inexplicable.