Presentamos la primera parte de la entrevista en exclusiva con Jorge Arcas (Sabiñánigo, 1992), en la cual repasamos con el ciclista de Movistar su año de debut en la máxima categoría del ciclismo mundial. Un paseo por el siempre exigente mundo del ciclismo en palabras de un debutante.
Hace un año por estas fechas ya sabías de tu salto a la máxima categoría del ciclismo de la mano de Movistar. Volviendo atrás en el tiempo ese año, ¿Cómo se imaginaba un chico de 23 años el mundo del ciclismo profesional?
Curiosamente me lo imaginaba bastante más duro de lo que en realidad he podido comprobar que es, y eso que realmente es muy duro comparado con la categoría amateur. Lo que pasa es que una vez arriba me he dado cuenta que con esfuerzo y sacrificio se puede llevar el ritmo y la dureza que se imprime en profesionales.
Y un año después, ya con el poso en tu cuerpo que deja la primera temporada dentro del pelotón internacional, ¿Cómo es realmente ese mundo profesional?
Cuando llegas sobre todo te das cuenta de que es muy esquemático en el sentido que las carreras tienen más guion que en categoría amateur, en sub 23 se puede decir que son mas nerviosas desde el principio y están menos controladas por los equipos. En profesionales cambia eso y hay un constante control de la carrera por parte de los equipos. También, y especialmente en determinadas pruebas el ritmo es altamente competitivo, algo casi inimaginable, sobre todo en las carreras de un solo día y que más prestigio tienen.
Desde fuera es fácil apreciar las enormes diferencias existentes entre el ciclismo profesional y el Élite-Sub 23 del que provenías, pero una vez dentro, ¿En qué puntos radican principalmente esas diferencias?
En dos puntos especialmente. El primero es el kilometraje, ya que este aumenta tanto en competición como en los entrenamientos. Y segundo el nivel de exigencia de ciertas carreras como pueden ser por ejemplo las clásicas, donde todo se juega en un solo día, hay muchos intereses y allí nadie se reserva nada.
Llegas a Movistar, el mejor equipo World Tour durante las últimas temporadas según el ranking de la UCI, ¿Cómo se recibe a un joven que comienza su andadura en el ciclismo profesional?
La verdad es que me recibieron muy bien. Se puede decir que te reciben como alguien con el que quieren trabajar los próximos años, con un ciclista al que formar para que sea en el futuro eso, un ciclista profesional. Pese a ser uno de los equipos más importantes es todo muy familiar y te apoyan en todo lo posible, hacerte la vida más fácil es un objetivo.
La presencia en el equipo de figuras de talla internacional como Valverde o Quintana ¿Impone respeto o sirve más como acicate para dar la mejor versión de uno mismo?
Sirve claramente como acicate para mejorar. Si vas con ellos sabes desde el principio que van a disputar la prueba y que si no van a ganar estarán cerca y eso motiva para trabajar para ellos, pero a la vez es una gran responsabilidad y también te mete algo de presión para no fallarles. Con Nairo no he coincidido este año en carrera, con Alejandro sí, y puedo decir que es un gran tipo.
“Sobre todo muchos nervios, es lo primero que me viene a la mente de mis primeros días”
Pasando ya a la competición propiamente dicha, tu debut llegó en la Challenge de Mallorca, ¿Qué recuerdos guardas de aquellos primeros días de competición?
Sobre todo muchos nervios, es lo primero que me viene a la mente de mis primeros días. Nervios en el sentido de entrar al autobús del equipo, mirar y estar lleno de grandes corredores. Es todo muy diferente a cuando eres sub 23. También recuerdo mucho el ambiente alrededor del equipo con los aficionados esperándonos antes y después de las etapas. Para mí era todo muy nuevo y sorprendente.
No sé hasta qué punto fue sorprendente para ti en tu primer año tu participación en algunas de las mejores clásicas de primavera. Strade Bianche, E3 Harelbeke, Gante-Wevelgem, Tour de Flandes, París-Roubaix… ¿Qué supuso para ti como joven ciclista el reto de afrontar estas duras y míticas pruebas?
Por una parte un reto físico importante porque son carreras muy duras, de largo kilometraje al que no estaba acostumbrado. Por otro lado estaba la incertidumbre de cómo rendiría a nivel individual, sobre todo en las clásicas de pavés, donde entrar en esos tramos bien colocado es clave y se hace a alta velocidad con el peligro que ello conlleva.
Creo que era tu primera vez compitiendo por esas latitudes, ¿Qué impresiones te dejó el mundo de las clásicas de primavera del norte de Europa?
Lo más impresionante es la gran afición que hay en esos países, sobre todo en Bélgica. Llenan las cunetas desde la salida hasta la meta animando mucho del primero al último de nosotros, especialmente cuando pasamos por los tramos de pavés. Tácticamente son las carreras más complicadas, en todos los sentidos, pero se disfrutan mucho por el ambiente que hay durante todo el día.
“Es clave recuperar bien tras cada etapa, si así lo haces la sensación es positiva”
Dejando ya de lado las clásicas, han sido varias las vueltas por etapas en las que has podido participar a lo largo de la temporada, con destacados resultados en algunas ocasiones. Algunas de ellas han sido ya de cierta entidad como la Vuelta a Suiza o la Vuelta a Gran Bretaña. ¿Cómo te has encontrado físicamente ante retos competitivos de hasta 9 días?
Bien, muy bien. Tal vez sean las que mejor sabor boca me han dejado por el hecho de que pasan los días y ves que el cuerpo responde bien ante la competición. Es clave recuperar bien tras cada etapa, si así lo haces como me pasó a mi en estas vueltas la sensación al final es positiva, y el resultado suele acompañar a esas sensaciones.
Estuviste en la pre-selección de Javier Mínguez para el Mundial de Doha pero finalmente no te llevó a Catar. Pasado ya un tiempo de aquello, ¿Lo ves como una pequeña decepción o, por el contrario, sientes que fue una forma de poner en valor tu temporada?
Claramente la segunda. Entrar en la pre-selección de Javier Mínguez en mi primer año como profesional fue algo grande para mi, algo que sinceramente no me esperaba, más si cabe cuando yo no había estado nunca en las selecciones inferiores. Sin duda es una clara muestra de haber hecho un gran año.
Aquí termina esta primera parte de la entrevista en exclusiva con Jorge Arcas. El jueves verá la luz la segunda parte en la cual seguiremos hablando de ciclismo con el joven ciclista serrablés, esta vez mirando más al futuro.