Hace exactamente un mes que la cúpula directiva del Real Zaragoza encargada de la planificación deportiva se sentó ante los medios de comunicación. Expusieron lo que había sido el mercado, cómo se produjeron los últimos movimientos (Chavarría, Gabi Fuentes y Gueye) y se encargaron de que el zaragocismo volviera a tener la palabra ‘ascenso’, un año más, en la mente. Lo hicieron, quizás, en el curso que más de puntillas podía pasar entre la marea blanquilla, haciéndole un flaco favor a Juan Carlos Carcedo y poniendo una presión, en parte excesiva viendo las herramientas, sobre el técnico riojano.
Cuando se lanza un mensaje de este tipo, debe haber cimientos y argumentos sobre el que sostenerlo, cosa que el Real Zaragoza puede no tener tras las primeras ocho jornadas de competición. ¿Acercan estas palabras a Carcedo a la destitución? Es cierto que el grado de satisfacción en el club con el trabajo del ex de la UD Ibiza es alto, pero no es menos que varias de las derrotas blanquillas en la presente campaña vienen precedidas de decisiones erróneas procedentes del banquillo.
Posiblemente y tras lo vendido a afición y prensa, el Real Zaragoza con Carcedo puede tener lo que un día pareció con Natxo González. Un proyecto con vistas al medio plazo y un escenario que requiere de un marco temporal para lograr el objetivo final. El inicio, en ambos cursos, es similar: el equipo deambula en la zona baja y la necesidad de cambio es alta. Lalo Arantegui y José María Barba tuvieron la compostura para aguantar al técnico vitoriano, siempre conscientes de que ellos nunca expusieron el ascenso como meta real el primer curso. ¿Tendrá esa calma la actual propiedad?
Tres pruebas de nivel para revertir la dinámica
El Real Zaragoza afronta seis días frenéticos: Real Oviedo y Villarreal ‘B’ visitarán La Romareda y, entre medias, el conjunto aragonés viajará hasta los Campos de Sport de El Sardinero para enfrentarse al Real Racing Club. Con dos victorias en ocho encuentros, los zaragocistas necesitan sumar de tres para alejar los fantasmas de la zona roja, pero no es solo cuestión de vital importancia para los futbolistas; Carcedo podría pender de un hilo en caso de que vinieran mal dadas y la planificación deportiva quedaría en entredicho si no se logran ¿4 de 9 puntos?
Los triunfos ante Ponferradina y Sporting de manera consecutiva rebajaron la tensión con la que comenzó la temporada después de un inicial 2 de 12. Sin embargo, la imagen dada en Anduva y la incapacidad para atacar al Eibar con dos hombre más, vuelven a encender las alarmas. Sin profundidad ni plan de ataque, con un considerable bajón de nivel de varios futbolistas, carentes de extremos, argumento principal de la Ibiza de Carcedo con Mateusz Bogusz como máximo exponente, y con una falta de gol galopante, la nave zaragocista pide cambios para no acentuar los problemas ya conocidos.