Ya no sé si esto es un derbi, un partido de rivalidad regional o ambas cosas a la vez. Sinceramente, se llame como se llame es lo que menos nos debe importar. Pero lo que sí tengo claro es que no es un partido más. Aunque algunos con sus actos intenten quitarle al asunto la expectación que parece generar, esto sólo hace que constatar que el envite es importante, emotivo y lo que hace un tiempo era improbable ahora es una realidad: ‘Habemus’ derbi, no sirve de nada disimular. Eso sí, que reine la cordura y la sana rivalidad; algo que sea contrario se debe evitar.
Que la SD Huesca era un club que destilaba ternura por la capital aragonesa es un hecho. Que a día de hoy reina la cordura entre aficiones, también, pero que en ambas hinchadas existe esa sana rivalidad por ganar a su vecino es una obviedad, tal como que Nayim hizo feliz a muchos aragoneses. El haberse instalado hace poco tiempo el fútbol profesional en la capital altoaragonesa hace que, quizás, este tipo de partidos tengan un tinte más especial. Pero el poso que están dejando estos años está moldeando a una hinchada que, como todas, tuvo sus inicios y ahora su crecimiento. Ser novel en algo no debe ser objeto de vergüenza ni menosprecio. Las bases se están sentando y algún día lo que hoy parece un sueño será una realidad. Los niños empiezan a ser del Huesca y esta es la semilla que debemos cuidar. Que en Huesca sea un partido esperado sólo debe suponer orgullo en la capital.
“Los niños empiezan a ser del Huesca”
Pero tampoco nos vanagloriemos. ¿En Huesca es el partido del año? Pues si atendemos a la expectación mediática de los medios, sí. ¿Que su afición lo espera con ilusión? Pues también, pero el crecimiento del club está empezando a ser tan palpable y tan notable, que lo que hasta hace poco parecía un sueño está empezando a ser una esperanzadora realidad: ver al equipo en la élite nacional.
Ya se escucha a más de un aficionado por el Alto Aragón decir que prefieren perder el derbi que un ‘playoff’ de ascenso a Primera División. Quién sabe si algún día el Huesca se codeará con equipos impensables hace una década. El aficionado aún guarda en su retina la visita copera de todo un FC Barcelona, que hasta la fecha -invenciones aparte- es el partido de mayor afluencia en El Alcoraz.
“También me ilusiona un derbi en la máxima categoría nacional”
Hoy en día el derbi es un esperado partido para una afición azulgrana que vive orgullosa esta bonita realidad, pero, si me permiten la licencia, en Huesca se sueña con algo más grande que ganar un precioso encuentro en Segunda División. Eso sí, ahora toca lo que toca, conviene vivir el presente y aunque cueste disimularlo, el partido por todos los lares es un partido especial. Yo, si quieren les sea sincero, también me ilusiona un derbi en la máxima categoría nacional, pero como en la vida importa el presente: cojan asiento y disfruten, que esto se avecina ya.