Serdar Cevirgen, máximo dirigente del club turco, deberá pagar más de 4.600 euros en multas e indemnizaciones tras protagonizar un grave altercado durante los cuartos de final de la Euroliga femenina
Una noche de tensión y violencia en pleno partido europeo
Lo que debía ser una gran noche de baloncesto femenino en Zaragoza acabó empañada por un bochornoso episodio protagonizado por el presidente del Mersin, equipo turco clasificado para las semifinales de la Euroliga femenina. Serdar Cevirgen fue expulsado del pabellón Príncipe Felipe tras un altercado violento con los cuerpos de seguridad durante el partido entre su equipo y el Bourges Basket.
Este jueves, apenas 24 horas después de los hechos, Cevirgen ha sido condenado por la justicia española. La sentencia contempla dos sanciones económicas: una multa de seis meses a razón de 8 euros diarios por resistencia a la autoridad y otra de 20 días por cuatro delitos leves de lesiones, también a 8 euros por día. En total, el dirigente turco deberá pagar 2.320 euros en concepto de sanción penal.
Una actuación violenta con consecuencias legales
Los hechos ocurrieron tras una falta técnica señalada contra el Mersin, que desató la furia del presidente. Según el relato judicial, Cevirgen se encaró con los agentes de la Policía Nacional y con el coordinador de seguridad del pabellón, quien le pidió que se retirara a la zona del palco. Al negarse, fue expulsado del recinto junto a su comitiva.
Fue entonces, ya en los pasillos del pabellón, cuando la situación escaló hasta lo intolerable. Cevirgen abofeteó al responsable de seguridad y agredió a varios policías, lo que motivó su detención inmediata por un presunto delito de atentado contra la autoridad.
El presidente del Mersin pasó la noche en los calabozos y fue puesto este jueves a disposición judicial, momento en el que alcanzó un acuerdo de conformidad con el Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza, según explicó el abogado Marco Antonio Navarro, representante del sindicato policial JUPOL.
Indemnizaciones a los agentes y asunción de costas
Además de la multa, Cevirgen ha tenido que indemnizar con 2.360 euros a los cuatro agentes lesionados durante el altercado. También asumirá las costas judiciales de la acusación particular, representada por el letrado Navarro en nombre del sindicato.
En total, el presidente turco deberá abonar más de 4.600 euros por los incidentes, un castigo que intenta poner fin a un episodio que ha dejado una imagen lamentable en el marco de una competición internacional.
Un contexto deportivo completamente desvirtuado
Lo más insólito del caso es que el equipo de Cevirgen logró ganar el partido ante el Bourges y jugará este viernes las semifinales frente al Valencia Basket. Sin embargo, la polémica protagonizada por su presidente ha desviado por completo la atención del plano deportivo.
La organización del torneo y los clubes implicados han evitado hacer declaraciones oficiales, mientras que desde el entorno del Mersin tampoco ha habido un pronunciamiento sobre el comportamiento de su máximo dirigente.
El incidente ha generado malestar en el entorno del baloncesto femenino, que ve con preocupación cómo este tipo de situaciones ensombrecen el crecimiento y el prestigio de la competición.
Una mancha difícil de borrar
El caso de Serdar Cevirgen deja al descubierto los desafíos que siguen existiendo en términos de convivencia y comportamiento institucional en el deporte profesional. Más allá de la multa o las indemnizaciones, lo sucedido en Zaragoza daña la imagen del Mersin y de la propia Euroliga femenina, en un momento en que esta busca consolidar su impacto internacional.
El Príncipe Felipe, que acogía una fiesta del deporte, se convirtió por momentos en un escenario de tensión, gritos y violencia. Una situación que nadie desea volver a ver en una pista de baloncesto.