El Real Zaragoza se marcha de Gijón sin puntos y con cuatro bajas para el próximo encuentro en casa ante la Ponferradina. El encuentro no empezó con buen pie para los blanquillos que vieron como en apenas tres minutos el rival se ponía por delante en el marcador. Minutos después, el partido se decantaría por la balanza local tras la expulsión por roja directa de Alarcón. «Se asocia encajar pronto con entrar mal en los partidos. Yo no estoy de acuerdo, el equipo entró bien, pero me dio la sensación que en un desajuste en la banda pasó el gol. La expulsión ya te cambia mucho», ha explicado Escribá en rueda de prensa.
A pesar de la diferencia numérica desde los primeros compases, el Real Zaragoza se mostró serio en el terreno de juego pero sin grandes ocasiones de gol. «Estoy defraudado con el resultado, pero no con la actitud de los jugadores. Creo que hicieron un esfuerzo tremendo». Según ha explicado el propio técnico, el partido no ha ido, ni mucho menos, como él quería. El principal motivo, los cambios obligados antes de hora: el primero, tras la expulsión de Alarcón; y el de Azón por Giuliano. «Hoy nos salió todo mal. La idea era meter a Giuliano con Iván. Pero Iván en uno de los golpes empezó a estar mareado y no podía continuar».
A pesar del resultado, Escribá se queda con lo bueno del partido: el esfuerzo. «Han hecho un gran esfuerzo, han dado la cara hasta el final. Es de los partidos difíciles para mí como entrenador». En el próximo partido, el técnico no podrá contar ni con Alarcón ni con Nieto por sus respectivas expulsiones; ni con Jair Amador ni Vada que cumplirán ciclo de tarjetas frente a la Ponferradina tras ver la quinta amarilla. «Es el momento de que los demás de un paso adelante. Hay que pensar en la Ponferradina y ya los recuperaremos para el siguiente partido»