Fran Escribá ha comparecido ante los medios de comunicación en su presentación como nuevo entrenador del Real Zaragoza. El nuevo técnico blanquillo ha admitido de su predisposición por aceptar el cargo antes conversar con Raúl Sanllehí: “Nos reunimos en Madrid e iba muy ilusionado con la llamada. Hablamos de un proyecto, me sentí identificado y quise participar en él”.
El ex entrenador del Elche retorna a una Segunda División que ha cambiado mucho desde que él, allá por 2013, dirigió su último encuentro en la categoría de plata del fútbol español. Al hilo de ello, ha destacado la igualdad y el alto grado de exigencia que acompaña a la Liga SmartBank. Igualmente, ha querido discernir su hoja de ruta inicial: “Con lo que tenemos debemos ser un equipo compacto, ordenado y con equilibrio”. No ha querido esconder su ambición y ha declarado que “miran hacia arriba”.
Escribá aterriza en un Real Zaragoza inestable deportivamente hablando y que actualmente ocupa la decimosexta posición. Pese a ello, afirma que la situación del equipo debería ser mejor: “El equipo merece tener más puntos de los que tiene. Esa capacidad para ganar partidos y subir en la clasificación la tenemos”. Rehúye del largoplacismo y centra sus miras en el futuro más inmediato: “El club debe pensar en su crecimiento y ese está en el corto plazo”.
Escribá cambia de realidad
Ser el comandante de la nave blanquilla resulta tan complicado como atractivo y así lo ha admitido: “Me sedujo la afición que tiene detrás y en ningún momento bajar a Segunda. Sí a entrenar al Real Zaragoza, que es un club de Primera División”. Las carencias en la plantilla son patentes y el mercado de fichajes se encuentra a la vuelta de la esquina. Preguntado acerca de la próxima ventana de transferencias, Escribá ha confirmado que no habló con Raúl Sanllehí sobre este tema en la reunión que tuvieron en Madrid.
El entrenador valenciano elige primero evaluar la plantilla antes de acometer refuerzos: “Hay que conocer a la plantilla, sacar su rendimiento y ya plantearemos si creemos que se puede mejorar el equipo”. Cuestionado en torno a un posible periodo de adaptación a la competición, ha querido retrotraerse a su última experiencia en Segunda División: “Solo he entrenado una vez en Segunda y la gane sin tener la mejor plantilla. Fuimos un bloque y conocía la categoría menos que ahora. No me preocupa”.
Tranquilidad pese al déficit goleador
Fran Escribá ha querido centrar un foco en la crisis ofensiva y ha sostenido que la plantilla cuenta con jugadores con más gol que lo que las cifras respaldan. Apuesta por la mejora en los últimos metros a partir de la creación de un bloque recio que sea capaz de admitir tal peso: “Puede que no haya un gran goleador, pero hay jugadores que pueden aportar buen número de goles”.
Por último se ha referido a la lesión de Cristian Álvarez, con quien el Real Zaragoza pierde a uno de sus baluartes: “No sabemos los plazos, le han inmovilizado el brazo y está fastidiado. Sabe que es un hombre importante y no podrá estar”. Así mismo, ha dejado claro su sustituto: “Álvaro está preparado, son circunstancias de la temporada”.