Dame derrotas como la de este pasado domingo en lugar de victorias rácanas como la que se consiguió en Tarragona. A la larga compensará. Y es que si el Real Zaragoza de Victor Fernández prosigue con esta línea que viene marcando en sus últimos tres encuentros el descenso será un precipicio que quedará atrás en el camino.
Desde luego los puntos son fundamentales, más aún en esa delicada situación de la que los aragoneses aún no han logrado escapar a pesar del 6 de 9 vivido en las últimas semanas. Sin embargo más aún lo es el juego si tenemos en cuenta que queda toda una vuelta por jugarse. El Real Zaragoza con Victor ha recuperado algo muy importante y que no tenía desde hace meses: Identidad. En solo 3 partidos podemos conocer cuales son las líneas fundamentales del libro de estilo de esta versión 3.0 del Real Zaragoza de Victor. Un equipo valiente, protagonista con el balón que busca manejar el ritmo de los encuentros y que va a por los partidos. Una filosofía que no solo casa con la plantilla sino también con el tradicional gusto del aficionado de la Romareda.
El resultado ante el Málaga no esconde el buen hacer del equipo, que a pesar de estar falto de profundidad y desborde en los últimos encuentros, dominó totalmente el encuentro, consiguiendo crear varias opciones de gol y dejando muy lejos a los andaluces de la portería de Cristian. Sin embargo de nuevo una acción a balón parado privó a los maños de romper una racha muy negativa. Y es que de los últimos 11 encuentros del Real Zaragoza, en 10 el primer gol lo ha marcado su rival ( y el otro partido acabó 0-0 ante el Córdoba). Hay que entrar más enchufados al terreno de juego, aunque precisamente el domingo no puede haber queja de ello. Sin embargo si que la debe de haber en el tema del balón parado. El Real Zaragoza no deja de conceder ahí y ya se había avisado de que el Málaga era uno de los equipos que más se aprovechaban de esas situaciones. Pues falta lateral del conjunto de Muñiz y gol de Ricca. 10 goles encajados a pelota parada en 21 jornadas. Sin duda uno de los principales males del equipo que sigue sin tener solución.
Tampoco parece que haya solución en la delantera, y es que la paciencia con Marc Gual se ha empezado a acabar. El delantero catalán desperdició varias ocasiones claras y acabó señalado por la grada. Sus fallos en la definición y la insistente desesperación gestual que muestra en cada partido ha provocado que la gente esté perdiendo la confianza en él. Incluso sus compañeros. Y es que en el partido de ayer hubo numerosas acciones en las que se le negaba el pase y cuando los laterales llegaban a línea de fondo rehuían de poner un centro al área. Entre que no es un jugador que vaya bien por arriba y su falta de gol, Benito o Lasure en lugar de poner centros cuando era lo más propicio buscaban siempre un complicado pase atrás bien cerrado por el Málaga. El partido con un delantero que se moviera bien en ese contexto podría haber sido bien distinto. Sin Álvaro y sin la figura de otro 9 puro el Real Zaragoza pecó de falta de presencia rematadora. Por ello la necesidad de un refuerzo en esa parcela se hace cada vez más urgente.
Al equipo le cuesta traducir ese buen fútbol que viene proponiendo en goles. Quizá es un déficit de plantilla, lo que está claro es que el Real Zaragoza tiene que mejorar ahí para compensar el buen fútbol que está realizando en los últimos partidos. Victor ha conseguido marcar una línea, y sin duda esa es la que debe seguir el equipo para crecer en la tabla. Con este juego pocos partidos más se perderán.