Memorable etapa la celebrada este domingo entre Sabiñánigo y Formigal. Contador y un atento Movistar ponen en bandeja La Vuelta a Nairo Quintana. Froome se quedó cortado y sin equipo. El triunfo fue para el italiano Gianluca Brambilla del Etixx-Quick Step.
De vez en cuando el ciclismo regala etapas que pasan a formar parte de la memoria colectiva de sus aficionados. Etapas que rompen de manera brusca con el guión establecido, con la clasificación general y que tienen como protagonistas a algunas de las figuras del momento. Hemos vivido un buen puñado de estas en el Tour, menos en el Giro y alguna que otra en La Vuelta, pero nunca habíamos vivido una tan de cerca. De ahora en adelante nunca más lo diremos porque ya tenemos nuestro lugar en la historia del ciclismo.
Y todo gracias a un Contador que salió desatado de Sabiñánigo, con un ataque a más de 110 kilómetros de meta y que fue secundado por los Movistar, Quintana incluído. Chris Froome quedó tan sorprendido como cortado, por no hablar de sus compañeros del Sky, rezagados en otro grupo por detrás de su líder. Y los Orica de Chaves y Yates, que hicieron durante muchos kilómetros las veces de compañeros del británico. Y es que los intereses les unían.
Al segundo paso por Sabiñánigo la situación comenzaba a ser algo más que una broma pesada para Froome, ya que cedía minuto y medio respecto al maillot rojo. Mientras, en su grupo a ratos se tiraba y a ratos las dudas hacían desistir en el intento. Pasó Petralba y la diferencia, lejos de reducirse, se estiraba hasta los tres minutos camino del puerto de Cotefablo. Delante la vida era sencilla para los capos que eran llevados en volandas por sus compañeros. Detrás, Froome cocinaba a fuego lento su enfado a la vez que buscaba ayuda, la que más tarde le llegó de la mano de los Astana.
Poco cambió el panorama durante el largo ascenso que por la carretera del Portalet llevaría a los ciclistas hasta la meta de Sarrios. Por momentos la diferencia llegó a bajar de los dos minutos pero en el tramo final, cuando las ayudas desaparecieron para todos, Quintana se mostró más fuerte, descolgando primero a Contador y sacando más tiempo respecto a Froome en la ascensión a Sarrios. Del potenciómetro a estas horas no se sabe nada. La etapa se la adjudicó un Brambilla (Etixx-Quick Step) que supo aprovecharse de las circustancias para ir arropado detrás del colombiano y batirle en la recta final. Contador acabó cediendo 34″, mientras que el británico Froome llegó a 2’37” del líder.
La general sigue comandada por Nairo Quintana, ahora con una cómoda renta de 3’37” sobre Chris Froome y de 3’57” respecto a su compatriota Esteban Chaves. Contador da un paso importante en la lucha por el podium y se encarama a la cuarta posición de la clasificación a 4’02” del de Movistar.
Fuera de control
El recuerdo de esta magnífica etapa también estará acompañado de polémica. Hasta 91 ciclistas llegaron a la meta de Formigal fuera de control. El hecho de que fuera una etapa corta y muy rápida desde el inicio dio pie a esta situación, muy poco habitual en el mundo del ciclismo profesional pero que cuando se da genera a su alrededor un amplio debate. La organización, pese a las críticas de algunos ciclistas, decidió repescar a todos ellos, tal y como era previsible.