Acabadas las Enduro World Series, asimilado lo sucedido en dos días espectaculares de carreras y en una semana de actividades producto de un duro trabajo anterior, los organizadores hacen un balance más que satisfactorio de lo vivido y de la promoción del territorio con la bici de montaña como vector. Y los números arrojan la participación de 500 riders, la mayor parte españoles, pero también de británicos -el segundo mayor ‘caladero’- australianos, canadienses, alemanes, belgas, chilenos o neozelandeses.
Un total de 26 equipos profesionales se instalaron en el paddock acondicionado en el parking del castillo de Aínsa y 62 periodistas y fotógrafos de medios nacionales e internacionales fueron acreditados. El buen tiempo y la espectacularidad de la prueba en un marco natural que todavía la hace más atractiva ha generado gran expectación en el público. Así, las siete especiales –descensos cronometrados- han recibido más público general que en la primera edición de la carrera en este territorio, en 2015. En total la organización estima en más de 12.000 personas el público que ha disfrutado de la competición y actividades paralelas a lo largo del fin de semana.
Y de forma paralela, en el plano puramente deportivo, las EWS abrochan el circuito en Italia hasta donde viajó Gabi Torralba sin paréntesis tras su gran participación en Zona Zero Sobrarbe que le llevó a firmar el puesto 23 de la general, y que sin duda le ha dado un chute brutal de optimismo para cerrar con más éxito aún su primera participación en las EWS.