ZARAGOZA | El balonmano y el deporte aragonés recibió este pasado jueves una triste noticia. Fernando Bolea, leyenda aragonesa del balonmano, ha fallecido a los 59 años de edad en Valladolid a causa del alzheimer contra el que llevaba años luchando. El zaragozano arrancó su carrera en Corazonistas para posteriormente militar en clubs como el Michelín de Valladolid, el Bidasoa, o el antiguo Garbel Zaragoza. Asimismo, el icono aragonés cosechó tres ascensos a la Liga Asobal como míster, con el mítico CAI Balonmano Aragón, Guadalajara y Bidasoa. Asimismo, fue olímpico en Barcelona 92.
En sus comienzos como jugador, tras salir de Corazonistas y pasar por el Michelín de Valladolid, Bolea fue campeón de Europa con el Bidasoa Irún en 1995, tras cinco temporadas de ensueño en las que también se llevó la Liga, la Copa del Rey y la Copa Asobal. Posteriormente recaló en el Academia Octavio de Vigo y al curso siguiente se marchó al extranjero. Concretmente al VI Hamelin alemán en el que jugó por dos temporadas.
En 1999 volvió a su casa, a Zaragoza, para vivir el balonmano aragonés en primera persona. No fue una temporada sencilla porque el Garbel Zaragoza descendió ese mismo curso a la División de honor B. No obstante, la sombra de Bolea es alargada y el aragonés se convirtió, en el curso 2001/02, en entrenador-jugador del equipo. Al año siguiente, Bolea se retiró de las pistas pero siguió entrenando al equipo y en 2005 consiguió ascender a la Asobal. Sin embargo, distintas discrepancias con la junta directiva hicieron que dejara el club antes de debutar en la élite. Sí que lo hizo con el Veroljub Kosovac en la 2005/06.
Tras esto, Bolea pasó por el Conversano italiano y el AD Ciudad de Guadalajara con quien ascendió a la División de Honor B en el curso 2007/08 y posteriormente a la Asobal en 2009/10. En el año 2021, ya con la enfermedad avanzada, el aragonés fue obsequiado en los Premios Nacionales de la Federación Española de Balonmano con la Medalla e Insignia de Plata al Mérito Deportivo. Dos años después, en enero del 2023, se realizó un partido homenaje benéfico contra el alzheimer entre el Casademmont y el Bada Huesca en el Siglo XXI.
Tras su reciente defunción el mundo del balonmano y el deporte aragonés solamente puede dar las gracias. Fernando es un auténtico icono y esboza valores como la lucha, la constancia y la pasión por lo que te gusta. Su huella será imborrable.