Luis Belló ha fallecido hoy a los 92 años edad. Jugó tres temporadas en el Real Zaragoza de los años 50 y fue el técnico que hizo campeón a Los Magníficos en 1964, en el año más especial de la historia del Real Zaragoza.
Luis Belló nació en Cieza, Murcia, en 1929. Fue un centrocampista elegante, fino y cerebral. Jugó tres temporadas en el Real Zaragoza y en sus años en el club aragonés formó una dupla especial en el mediocampo con el húngaro José Samu. Esa pareja encontró un sobrenombre muy poético: “la media de seda”. Belló siempre destacó en la creación del juego y mostró facilidad para sorprender y marcar desde segunda línea. Después de su salida de Zaragoza, una grave lesión cambió su carrera. Partió al Atlético de Madrid, que le cedió al Hércules, con sospechas de que no volvería a ser él mismo. En Alicante jugó dos temporadas y eligió como sitio de su retirada el club de su Cieza natal.
Belló se hizo célebre en la historia del Real Zaragoza en su paso fugaz por los banquillos. La Romareda acababa de ser inaugurada y el club estaba formando un equipo de leyenda. Uno de esos onces que la gente aprendió a recitar de memoria, al son de una delantera mitológica: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra.
1964, el año más vibrante en la vida de Luis Belló
1964 fue también el año de entrada de Avelino Chaves en la secretaría técnica del club, en otra de las grandes pérdidas del zaragocismo en este 2021. En mayo del 64, el legendario portero Antonio Ramallets fue despedido del banquillo del Real Zaragoza. Su relación con los jugadores se había enquistado y el club necesitaba un perfil distinto. Luis Belló, que entonces tenía 35 años, asumió el cargo de entrenador. Conocedor de la cultura del club, fue un técnico singular: sensato, discreto y cercano. Un gran gestor de grupo, mucho antes de que el periodismo hubiera inventado ese concepto. Aquel fue un Zaragoza moderno, con una sensibilidad distinta, que tuvo la capacidad de apreciar el deporte como una ligera aproximación al arte.
Belló le dio vuelo al equipo, en un once que integraban Yarza; Cortizo, Santamaría, Reija; Isasi, Pepín; Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Trasladó a Lapetra al centro del escenario: le dio el mando también en la planificación de la jugada, en el carril del 10. Y el Zaragoza, que seguía vivo en La Copa de Ferias y en La Copa de España, logró sus dos primeros títulos. El 24 de junio de 1964 levantó el título europeo ante el Valencia y el 5 de julio le ganó la Copa al Atlético de Madrid.
9 partidos y 50 días de gloria para Luis Belló, que no volvería a entrenar al Real Zaragoza. El tiempo suficiente para que escribiese una de esas historias que quedan para siempre.