Fernando Pérez (Huesca, 1980) seguirá ligado al BM Huesca. Una temporada más, la sexta, el canterano forjado en las categorías inferiores de la entidad donde jugó como portero, estará en el cuerpo técnico a donde llegó en la ASOBAL 2016/17. Ahora mismo se recupera de una lesión en el tendón rotuliano de la pierna izquierda. Y mientras recibe el permiso para ponerse una rodillera y empezar a recuperar la forma física, ve vídeos, conoce detalles de equipos y jugadores.
El técnico es el segundo de Nolasco. Ha renovado por una temporada y se empapa de todo lo que dice el ilicitano. Los dos forman un buen tándem. Se complementan. Eso sí, Fernando Pérez enseguida matiza que sigue en proceso de aprendizaje. “Nolasco enseña a los jugadores y también le gusta que los técnico aprendamos”, desliza.
Su pasado como portero le lleva a estar especializado en ellos, en que mejoren día a día. Y, además, todo lo que conlleva ser segundo. Un montón de cosas de las que hay que estar pendiente y poner en común. Se buscan decisiones, si no colegiadas, sí que se vean las cosas desde diferentes prismas. Entre sus misiones espigar ligas menores para buscar refuerzos. Ver jugadores con gran proyección. Y por eso, cuando toca fichar hay que mirar por cualquier país donde se pueda encontrar potencial. En el día a día de la competición analizar rivales en su conjunto y de forma individual.
A un segundo casi es obligatorio preguntarle por si le gustaría ser primero. Más que rechazar la cuestión, la ataja: “No, ahora mismo, no”. De carácter afable, un tipo tranquilo, amante de la buena música por lo que no entra en esta cuestión el reguetón, reconoce que le cuesta mucho enfadarse, aunque alguna vez la espoleta salte por los aires. Y matiza: “Me suelo enfadar más conmigo mismo”. En su trabajo, también entra ser enlace con los jugadores en un club que sigue teniendo el marchamo de familiar.