HUESCA | Fernando Zorrilla espiga el calendario para ver dónde decide competir en próximas fechas. El aragonés (Zaragoza, 1992) es la referencia del triatlón español en media distancia -1.900 metros nadando, 90 kilómetros sobre bici y 21 corriendo-. Acaba de regresar de unas vacaciones en Corea del Sur y a retomar la actividad deportiva mientras trabaja para una empresa chilena afincada en la capital aragonesa en temas relacionados con I+d. Estudió en el colegio Jesuitas -sin resultados apabullantes en letras, asegura- y a los 19 años decidió dejar deportes como el tenis para entrar en un mundo tan complicado como el triatlón: nadar, correr sobre la bici y con las zapas.
Triatleta del Stadium Casablanca Mapei, bicampeón de España -Pamplona y Salamanca– y acaparador de numerosos primeros puestos quienes mejor le conocen solo hablan bien de él. Quizá un entrecomillado de un amigo suyo, Jorge Abel, otro de esos deportistas que llevan el nombre de Aragón fuera de la Comunidad, sirva de referencia: “Es la perfección de la sencillez”. Quizá porque sea físico, porque el triatlón requiere de cierta disciplina (casi) espartana, Zorrilla pone el énfasis justo a cada frase. Va directo, seguro, sin entrar en circunloquios ni falsas modestias. Sabe que está donde está porque se lo ha currado y porque tiene claro qué es lo que quiere.
Reconoce que es metódico en su vida. Y es que es obligado. Por mucho que teletrabaje las ocho horas para la empresa chilena no se las quita nadie. A ello tiene que sumar los entrenamientos y las labores de casa que comparte con Marta Borbón, su pareja, otra crack en el triatlón. Que su compañera sea deportista de tan alto nivel como él ayuda. “Es normal que en cualquier día de la semana uno llegue tarde porque se le complica la jornada y tenga que sacar un tiempo para entrenar. Es importante colaborar en todo y entender las necesidades. Además, los dos sabemos de la importancia de los entrenamientos y eso facilita las cosas”, apostilla Zorrilla.
Los dos son cuadriculados. No les queda otra, porque el día lo viven hasta el último segundo. No tienen tiempo para despistarse por lo que nos “debemos ceñir al plan” establecido, desliza en conversación con sportaragon.com. Quien piense que son deportistas máquinas, se equivoca. La competición la cose a la sorpresa. “Cada carrera es un mundo y que salga como tú quieres es muy complicado. Además depende de los rivales y hay ocasiones en las que tienes que cambiar la estrategia”, afirma.
Fernando Zorrilla ha conseguido ser equilibrado en los tres segmentos del triatlón. La natación era su talón de Aquiles y en sus inicios le lastró. También ha mejorado sobre la bici lo que hace que tenga un perfil más compensado. Alejandro García, director técnico del Stadium Casablanca, es su entrenador y artífice de que el club zaragozano sea una referencia nacional en este deporte. De hecho, el club zaragozano es Top-5.
El Ironman no entra en sus planes, aunque participó en el Mundial de larga distancia celebrado en Ibiza. Le obligaría a cambiar de planes, pero le sigue atrayendo más esa media distancia y correr con sus compañeros. Zorrilla es referencia clara para los triatletas del Stadium Casablanca. Allí ha participado de forma activa en el crecimiento de la sección desde que a los 19 años -antes probó con el tenis- empezara a dedicarse al triatlón.
El zaragozano habla de Pamplona con grato recuerdo. Allí ha ganado dos veces y hace dos años fue donde se proclamó campeón de España. “Para mí fue especial. Llevo muchos años en el deporte y gané contra todo pronóstico. Me supe adaptar a unas condiciones muy duras y ni me imaginaba quedar campeón de España”, recuerda.
Dos veces campeón de España y ganador de numerosas pruebas, Zorrilla es la referencia de la media distancia. Reconoce que llega a “normalizar un poco” el hecho de subir (casi) siempre a lo más alto del cajón con la misma rotundidad con la que afirma que “siempre hace ilusión”, aunque no hace planes de victoria ni se presiona cuando se ve o lo ven como favorito. “Hasta que no veo lo que pasa no me hago a la idea de que voy a ganar”, apostilla.
La victoria en Pamplona fue tremenda como poco después la desgracia cuando un conductor, bajo la influencia del alcohol y drogas, le atropelló en Zaragoza. El caso aún sigue pendiente de juicio. Zorrilla lo tiene superado, pero no olvidado. “Estaba en un gran momento y tenía una convocatoria para el Campeonato de Europa de media distancia al final de verano. El 5 de julio me atropelló un conductor borracho y drogado y se me llevó por delante”, señala. Tras las graves lesiones que le produjo el atropello se ‘rearmó’. Y volvía a proclamarse campeón de España de la especialidad.
En un deporte que a España da mucha gloria con los Gómez Noya, Iván Raña, Fernando Alarza, Miriam Casillas o Mario Mola como tops mundiales, Fernando Zorrilla elude tener un espejo donde mirarse e incluso vive alejado del foco de las redes sociales. Quizá por ello el principal patrocinador es él mismo con las victorias que le aportan el músculo económico que no le llegan desde la empresa privada ni desde la administración. Muchas veces ha competido y ganado con una bici de segunda mano y se ha impuesto a ‘pros’. Hoy ya tiene una de primera mano con la que devorar quilómetros y, tal como deslizó su amigo Jorge Abel seguir siendo la perfección de la sencillez.