Thanos. Barcelona. Real Madrid. Son tres de los entes más poderosos del universo. El primero pertenece a la exitosa saga de cómics Marvel y principal antagonista de “Endgame“, la película más taquillera de la historia. Los otros dos, han caído en Aragón, en Zaragoza, con 36 días de diferencia.
El 27 de octubre, el Casademont Zaragoza completaba una formidable actuación para terminar derrotando a los catalanes por 89-83. Frente al Real Madrid, la diferencia ha sido incluso mayor (84-67), tras disponer de una renta que llegó a ser de 25 puntos.
Las gemas del infinito de Thanos y del Madrid/Barcelona
Thanos, para conseguir todos sus propósitos, cuenta con las gemas del infinito del espacio, mente, realidad, poder, tiempo y alma. Del mismo modo, Real Madrid y Barcelona, dos clubes de fútbol, también cuentan con sus gemas del infinito. Principalmente, la gema del dinero infinito. Unos recursos económicos a los que Casademont Zaragoza nunca podrá acceder. Por todos es sabido que las secciones de baloncesto de Madrid y Barcelona son deficitarias y se lo pueden permitir gracias a los ingresos millonarios del fútbol.
La gema del dinero, a su vez, les da acceso al resto de gemas de los puntos, rebotes, asistencias, tapones, defensa… Las plantillas de Barcelona y Real Madrid no son solo las mejores de la Liga Endesa, sino que en la Euroliga son dos claros favoritos a acceder a la Final Four. Muchos jugadores en sus filas han militado (y con roles importantes) en la NBA. Con todos estos ingredientes, no es de extrañar que el Basket Zaragoza llevara sin ganar al Madrid desde abril de 2011. Contra el Barcelona, la cosa tampoco era muy diferente. Una victoria en octubre de 2010 y otra en abril de 2014. Y ahora han caído los dos aquí en poco más de un mes.
Hay un claro protagonista en esta épica hazaña de Casademont Zaragoza. Es segoviano y se llama Porfirio Fisac. El técnico se ha caracterizado por hacer verdaderos milagros con las plantillas que dispone a lo largo de su trayectoria. La salvación con Gipuzkoa Basket en la temporada 17/18 es una prueba de ello, igual que las semifinales de Play Off con Tecnyconta Zaragoza en 2019.
Fisac mejora lo que toca
El alcance de Fisac no se mide solo en sus victorias. Fisac es un entrenador y como tal, debe encargarse de sacarle el máximo partido a los recursos de los que dispone. Y aquí es donde brilla sobremanera. El rendimiento de los jugadores con Fisac es claramente superior a sus órdenes que lejos de su influencia. Son muchos los casos a lo largo de su carrera que se ha podido comprobar.
Sin ir más lejos, la temporada pasada Stan Okoye fue el mejor jugador de Basket Zaragoza y fue incluido en el quinteto ideal de la liga. Su marcha a Gran Canaria fue un jarro de agua fría de la afición. Es cierto que sabíamos que Casademont no dispone de presupuesto siquiera para entrar entre los ocho primeros, pero el sueño de ver a Okoye de rojillo un año más ahí permanecía. El nigeriano, este curso está mostrando una temporada discreta en el archipiélago. Del mismo modo, Nacho Martín, mostró una mayor regularidad a orillas del Ebro que ahora en Sevilla. Y lo recuperó para la Liga Endesa tras un año muy marcado por las lesiones.
Okoye, Nacho Martín, Hlinasson o Norel son claros ejemplos de que con Fisac los jugadores rinden a un nivel superior
Se puede mirar también desde el otro sentido. Tryggvi Hlinasson era una promesa en Valencia Basket que no terminó de explotar, y en su cesión a Obradoiro tampoco convenció. Llega a Zaragoza en propiedad, y en un partido con Justiz cargado por las faltas y con Vázquez lesionado, es capaz de dominar la zona ante el gigante Walter Tavares. 12 puntos y 9 rebotes para el islandés anoche. Notorio es también el caso de Henk Norel. El holandés terminó el curso 16/17 en Zaragoza con 10,2 puntos, 6,1 rebotes y 13,3 de valoración. La temporada 17/18, en Gipuzkoa con Fisac, pasó a 13,9 puntos, 6,7 rebotes y 19,5 de valoración e incluso formó parte del quinteto ideal.
Porfirio Fisac, al igual de Tony Stark, ha sido capaz de liderar a la iniciativa vengadores frente a los mayores oponentes del universo. Los jugadores, la afición, el cuerpo técnico… creen firmemente en Porfirio y saben que les llevará por el mejor camino posible. Le comunión y energía que desprende este equipo es fantástica, sí, pero no es nada sencillo de conseguir. Con algunos tendrá que ser más persuasivo, otros se llevarán más gritos, con otros funcionará algo más el silencio…
Fisac es un maestro, un excelente gestor de grupos, que conoce primero lo que dispone y en función de ello les aporta lo que precisan para llevarles a su máximo exponente. Todo ello genera un equipo, un equipo en MAYÚSCULAS. Es muy fácil decir que se confía en la cantera, pero a la hora de la verdad él es quien ha puesto juntos en pista a Javi García (18 años), Carlos Alocén (18 años), Vit Krejci (19 años) y Jonathan Barreiro (22 años). No se miran DNIs y los abrazos constantes de los jugadores entre sí son la mejor prueba de que son una piña.
Real Madrid y Barcelona son inevitables. Pero reuníos, que Fisac chasquea los dedos: “Somos Zaragoza”. Y se desvanecieron los dos colosos. Te quiero 3000. Endgame.