Hace unos pocos días hemos pasado la fiesta de la exaltación del miedo. Nuestras calles, televisiones y cines se han visto invadidas de hordas de fantasmas, momias zombis y otras criaturas terroríficas que tenían como fin último mezclar la risa, incluso la ternura, ya que había bebes disfrazados de brujas horriblemente bellas, con el miedo.
Pero no siempre el miedo es así de divertido, ya que cuando el miedo se convierte en patología toma el nombre de FOBIA y ahí si es problemático.
Según la RAE tiene dos acepciones:
- f. Aversión exagerada a alguien o a algo.
- f. Psiquiatra. Temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión.
Fobia es pues un término que proviene del griego y su aplicación está vinculada al miedo. Para estar en presencia de un cuadro fóbico, según se desprende de su definición, se tiene que registrar un temor irracional compulsivo o bien experimentar una aversión obsesiva, hacia un objeto, una situación, un insecto o una persona, entre otros, que luego veremos.
En la mayoría de los casos, la persona que sufre algún tipo de fobia presenta cuadros de ansiedad y estrés ya que, a pesar de ser consciente de que el temor que experimenta ante determinadas cosas o circunstancias es desmedido, no consigue dejar de sentirlo. En general, puede decirse que las fobias surgen a partir de una experiencia traumática. En este sentido puede ocurrir que una persona que en su niñez haya sido arañado por un gato rabioso, termine por ser ailurofóbico, es decir fóbico a ese tipo de animal.
En las naciones industrializadas, las fobias son el tipo más común de trastorno de ansiedad. Más de 50 millones de personas de USA y 10 millones en el Reino Unido se cree que viven con una fobia. Pueden afectar a individuos de cualquier edad, sexo y nivel socioeconómico. Si bien hay un porcentaje mucho más elevado de mujeres que las padecen más que los hombres.
Las fobias simples suelen empezar muy pronto en la vida, durante la infancia, y suelen desaparecer al alcanzar los veinte años. Las fobias complejas generalmente comienzan más tarde.
¿Cuáles son las señales y síntomas de las fobias?
Un síntoma es algo que el paciente siente y describe, como un dolor de cabeza, mientras que una señal es algo que los demás, igual que el paciente pueden detectar, como puede ser el caso de un sarpullido, inflamación o hematoma.
Los siguientes síntomas son comunes a la mayoría de las fobias:
» Cuando se expone a la fuente del miedo hay una sensación de ansiedad incontrolable.
» La sensación de que a toda costa, la fuente de ese miedo debe ser evitado.
» La ansiedad es tan abrumadora cuando confrontan la fuente del miedo, que la persona es incapaz de funcionar correctamente.
» Es normal que los pacientes reconozcan que sus miedos son irracionales, irrazonables y exagerados, sin embargo, a pesar de ello, se muestran incapaces de controlar sus sentimientos.
El pánico y la ansiedad intensa pueden incluir:
– Sudoración
– Respiración anormal (jadeo, tratar de recuperar el aliento)
– Latido del corazón acelerado
– Temblor
– Sofocos o escalofríos
– Sensación de ahogo
– Dolores u opresión en el pecho
– Alfileres y agujas
– Sequedad de boca
– Confusión y desorientación
– Náuseas
– Mareo
– Dolor de cabeza
Tener una sensación de ansiedad cuando la fuente del miedo no está ahí, sino que simplemente pensaba en ello. Los niños pueden llorar, ponerse muy pegajosos, tratar de ocultarse detrás de las piernas de los padres u ocultar un objeto, o tener rabietas. La timidez también tiene beneficios de supervivencia en los niños pequeños.
Fobias complejas
Es muy probable que las fobias complejas afecten más gravemente al bienestar del paciente que las fobias específicas.
Los que sufren de, por ejemplo, agorafobia, puede tener un número de otras fobias asociadas, como la monofobia (miedo a quedarse solo) o claustrofobia (miedo a sentirse atrapado, a los espacios cerrados). En casos severos los agorafóbicos rara vez abandonan sus hogares.
¿Cuáles son las causas de las fobias?
No es habitual que una fobia empiece después de los 30 años, la mayoría de ellas comienzan en la infancia, adolescencia o en la edad adulta temprana. Pueden ser causadas por una situación estresante o una experiencia, un acontecimiento aterrador, o un padre o miembro familiar que tiene una fobia y que el niño progresivamente la hace suya.
Causas más comunes de las fobias específicas
En general se desarrollan cuando el niño tiene entre cuatro y ocho años de edad. En algunos casos pueden ser el resultado de algo que ocurrió temprano en la vida. El detonante puede haber sido una experiencia desagradable en un espacio confinado, cuyo enconamiento y desarrollo termina en claustrofobia con el tiempo.
Como ya comenté anteriormente, la fobia de un familiar es una causa común para que se inicie durante la infancia. Un niño cuya madre sufre de aracnofobia será mucho más propenso a desarrollarla él mismo también. Los expertos insisten en que las fobias recogidas de los parientes son miedos aprendidos, no son genéticamente heredados.
Causas más comunes de las fobias complejas
Las causas de la agorafobia o la fobia social son todavía un misterio, nadie está realmente seguro. Los profesionales de la salud creen que se debe a una combinación de experiencias de la vida, la química del cerebro y la genética.
Las fobias sociales son más probables de haber sido causadas por una experiencia sumamente estresante, más que la agorafobia, dicen los investigadores.
Las fobias y la supervivencia
Puede haber explicaciones evolutivas a muchas fobias. En ambientes prehistóricos, permanecer en espacios abiertos habría aumentado el riesgo de ser atacados y devorados por un animal depredador. El instinto de quedarse en casa, especialmente en los niños pequeños, ayuda a la supervivencia.
Los jóvenes en sus cuevas y chozas habrían tenido que aprender rápidamente a evitar peligrosas serpientes y arañas.
La fobia social puede haber sido un instinto de supervivencia útil durante los tiempos antiguos y prehistóricos. Estar entre gente que no conoces, quizás de otra tribu, podía ser aún más peligroso que encontrarse entre una multitud de extraños en un centro comercial en la actualidad.
¿Cómo se diagnostican las fobias?
Las personas con una fobia casi siempre saben que la tienen, y no están a la defensiva cuando se hablan de sus síntomas con el médico. Esto ayuda enormemente al diagnóstico. Aun así, millones de enfermos nunca hablan de sus temores con un profesional de la salud. Esto es lamentable, ya que existen tratamientos eficaces disponibles en la actualidad.
El diagnóstico de agorafobia
Anxiety UK es una organización benéfica británica que tiene un diagnóstico de hazlo-tú-mismo, que consiste en una lista de preguntas. Las personas que responden “sí” a la mayoría de las preguntas que siguen, probablemente estarán afectados y deberían consultar a su médico:
¿Alguna de las siguientes situaciones le causa ansiedad?
· Salir de casa
· Estar de pie en largas colas (líneas)
· Viajar en el Metro, un túnel o cualquier espacio cerrado
· Estar en su propia casa
· Estar en un gran espacio abierto, como un parque o en el campo
· Estar con mucha gente, como el bullicio de una multitud
· ¿Evitas deliberadamente las situaciones mencionadas anteriormente?
El diagnóstico de fobia social
El médico tratará de determinar dónde se encuentra:
- Un intenso miedo a la vergüenza o la humillación, al menos en una situación social. El miedo es persistente. El miedo suele aparecer con personas desconocidas, o cuando están siendo analizados detenidamente.
- Las situaciones de temor provocar ansiedad severa, e incluso ataques de pánico .
- El miedo es reconocido, pero da lo mismo, el paciente es incapaz de controlarlo.
- El paciente evita situaciones sociales, en las que tiene que aparecer y realizar algo delante de la gente (hablar en público, estar en un escenario frente a una audiencia).
- Los síntomas de fobia social afectan a la vida del paciente severamente. Su capacidad para trabajar y participar en actividades sociales, y la función de las relaciones sociales se ve gravemente afectada.
- Otras posibles explicaciones para esta fobia se han descartado, como una enfermedad o condición, un trastorno psicológico, o el efecto secundario de un medicamento.
Criterios adicionales para los niños con fobia social:
- En situaciones sociales en que el niño se amedrenta, llora, tiene rabietas o se queda congelado.
- El niño no es capaz de reconocer que su miedo es irracional e irrazonable.
- Su temor persiste durante más de seis meses.
Para que un médico sea capaz de diagnosticar la fobia social, es importante que la fuente del miedo sea causada por la ansiedad, y no por síntomas secundarios de otro trastorno, como los trastornos delirantes o obsesivos. La ansiedad debe ser causada por estar en la situación social y nada más. Una característica destacada de la condición del paciente debe ser la de evitación de situaciones sociales.
En el diagnóstico de fobias específicas
El médico determinará:
- Si una situación, acontecimiento, ser vivo, lugar o cosa, está provocando el miedo intenso e irracional.
- Si este miedo es persistente.
- Si el paciente responde con ansiedad cuando se le confronta con la fuente de su fobia.
- Si el paciente reconoce que su miedo es irracional e irrazonable, pero no puede hacer nada al respecto, dado que no lo puede controlar (los niños son demasiado pequeños para entender su miedo).
- Si el paciente evita confrontar la fuente de su miedo a toda costa.
- Si el paciente, una vez confrontado con su miedo y no puede escapar, si lo hace con ansiedad severa.
- Se descatan otros posibles factores, como el efecto secundario de un medicamento a largo plazo, una enfermedad o condición, u otro trastorno psicológico.
- En los niños, si los síntomas persisten durante más de seis meses.
En todos los casos de fobias, el médico comenzará la evaluación del paciente mediante la comprobación de su historial médico y realizará un examen físico. Aunque no existen pruebas de laboratorio para detectar las fobias, el médico puede llevar a cabo alguna para excluir a las enfermedades físicas o condiciones.
Si el médico sospecha o cree que hay una fobia, y es lo suficientemente grave como para afectar a la capacidad para la vida normal del paciente, le enviará a un psiquiatra o psicólogo, que están especializados con técnicas de entrevista y herramientas de valoración para evaluar al paciente.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para las fobias?
Si la fobia no causa problemas graves, la mayoría de los pacientes saben que simplemente evitando la fuente de su miedo es suficiente para mantener el control.
Algunas fobias no son posibles de evitar, como puede es el caso de la aerofobia (miedo a volar). En tales casos, se debe buscar la ayuda profesional.
La buena noticia es que con el tratamiento adecuado, la mayoría de las fobias pueden curarse. El tratamiento debe adaptarse al paciente para que funcione, no hay un solo tratamiento que funcione para todo el mundo.
El médico, psiquiatra y/o psicólogo, puede recomendar una terapia de conducta, medicamentos o una combinación de ambos. La terapia está dirigida a reducir los síntomas del miedo y la ansiedad, y ayudar a los pacientes a controlar sus reacciones frente a la fuente de su miedo.
A veces será necesario el uso de medicación a la vez de las terapias
Fobias raras y frecuentes. ¿Te reconoces en alguna?
- Tripofobia: miedo a los agujeros: Los que sufren esta fobia manifiestan auténtico pánico, náuseas y sudores fríos cuando ven agujeros pequeños y juntos o cosas que contienen agujeros. Por ejemplo, un panal de abejas o los agujeros de un ladrillo.
- Pogonofobia: miedo a las barbas.
- Omfalofobia: miedo a los ombligos Esta fobia hace referencia al miedo a ver o tocar su propio ombligo o el de los demás.
- Hilofobia: temor a los arbustos, los árboles y los bosques. Se suele desarrollar en niños pequeños, ya que se vincula con el temor que presentan las películas sobre los bosques encantados, en los que se pueden encontrar brujas o monstruos malvados.
- Coulrofobia: miedo a los payasos.
- Agorafobia: sensación anormal de angustia ante los espacios abiertos y, especialmente, en calles y plazas amplias.
- Bibliofobia: Miedo a los libros.
- Ailurofobia: Miedo a los gatos.
- Canofobia: Miedo a los perros.
- Claustrofobia: aversión patológica a los espacios cerrados o temor experimentado al encontrarse en ellos.
- Falacrofobia: Miedo a la calvicie.
- Hematofobia: Miedo a la sangre y a las heridas.
- Homofobia: aversión hacia los homosexuales.
- Pediofobia: Miedo a las muñecas.
- Rupofobia: Miedo a la suciedad.
- Glosofobia: Miedo irracional a hablar en público.
- Aicmofobia: Miedo a las agujas.
- Bromidrosifobia: Miedo al olor corporal.
- Micofobia: Miedo a las setas.
- Musofobia: Miedo desmesurado a los ratones.
- Necrofobia: fobia a la muerte y a los muertos.
- Nictofobia: fobia a la noche o a la , mas allá del miedo propio de los niños.
- Verminofobia: Miedo a los gérmenes, utilizan guantes, mascarillas, se lavan constantemente.
- Apotemnofobia: Miedo de las personas con amputaciones en el cuerpo.
- Aracnofobia: Miedo a las arañas.
- Ataxofobia: Miedo del desorden.
- Estenofobia: Miedo las cosas o lugares estrechos.
- Aerofobia: Miedo a volar está principalmente asociado a tener un accidente aéreo, a no tener el control de la situación y/o a padecer sensaciones físicas desagradables durante el vuelo.
- Brontofobia: Miedo relacionado con fenómenos naturales, como relámpagos, tormentas, vientos, precipicios o aguas profundas.
Y podríamos seguir mucho, mucho mas ¿alguna os suena familiar?