ZARAGOZA | Fran Escribá analizó la actualidad del Real Zaragoza en la previa del duelo ante el Burgos. El técnico vive la situación más delicada en el banquillo de La Romareda, pero sus años en el fútbol le sirven como respuesta: “Cualquiera que haya participado en este deporte sabe que perder dos partidos consecutivos puede ser pasar. El enfado es haber perdidos dos partidos en los que tuvimos opciones. La situación no es grave, pero no nos gusta.”
La reunión al inicio de la semana ha servido como reflexión para el grupo: “La charla fue el mejor entrenamiento de la semana. El futbolista habló desde la profesionalidad y el sentimiento. Sabemos la ciudad que tenemos detrás y queremos dar lo que la gente espera de nosotros.” Escribá se extendió en su primera intervención, hasta dar con su mejor sentencia: “En este vestuario hay mucha gente que siente el color como un aficionado. Sus primeros regalos fueron una camiseta o un abono. Ese sentimiento nos viene muy bien para llegar a dónde queremos.”
Pau Sans pertenece también a esa condición, zaragozano y zaragocista, y el siguiente paso en su evolución es su estreno como titular. Escribá se refirió a esa posibilidad y apostó, entre líneas, por la cautela: “Pau Sans me gusta, soy yo el que lo puso. Mucha gente solo habría oído hablar de él o de sus goles en el juvenil hasta que le dimos la oportunidad. Ahora resulta que tiene que jugar de titular, pero solo le hemos visto dos ratos. Yo lo veo todos los días y creo que tiene mucho por delante. Es buen jugador, sabe dónde está la portería, es competitivo y más fuerte físicamente de lo que parece. Acaba de llegar, pero cuento con él y será uno más de la plantilla.”
En el plan de Escribá se intuyen algunos cambios y se espera una mejora defensiva. Aunque la modificación más sustancial tiene que llegar en el carácter competitivo del grupo y en su capacidad de respuesta: “Un futbolista profesional tiene que estar preparado para encajar un gol en el primer minuto y en el último. Una bofetada no puede dolernos como un puñetazo.” El técnico elogió el plan del Burgos que dirige Julián Calero, hecho a la medida exacta de la competición: “Es el equipo que mejor funciona en el plano colectivo. Sabe jugar con el tiempo y maneja bien el otro fútbol. Marca mucho en las segundas partes y poco en las primeras.”
En el cierre de su comparecencia habló también de la recuperación de Iván Azón, al que espera en un plazo de dos semanas. Y dejó una frase que sirve como cierre: “Nosotros no vamos a descender. Vamos a sumar puntos y vamos a vencer partidos. Nos vamos a ganar la permanencia.”