Fran Escribá ha entendido el contexto del Real Zaragoza desde el principio. En su discurso no hay alardes ni gritos, pero sí una lectura sensata del contexto. En la previa del derbi entendió que su mensaje no debía ser distinto a todos los anteriores. El partido tiene valor en sí mismo, una carga emocional distinta: “Uno debe conocer la historia y el sentimiento de la gente. Para muchos de nuestros aficionados serán más que tres puntos. Lo tenemos que tomar como un partido más pero la gente se levantará un poco más contenta si ganas. Aunque no tenga la solera de otros, entiendo la importancia de ganar mañana”.
Desde la llegada del técnico valenciano ha habido una evolución, que se reparte entre el juego y los resultados. Después de cuatro partidos sin perder, el siguiente paso es convencer en el fútbol en un día señalado: “Uno de nuestros objetivos es ser más ofensivos y eso tiene que llegar en torno al balón. Nos acercamos a la idea de equipo que queremos. Lo único que ha fallado ha sido la eficacia, pero hemos crecido con balón. Queremos ser protagonistas”.
El técnico habló también de la ausencia de Iván Azón, al que descartó salvo milagro para el partido ante el Huesca: “En condiciones normales, Iván no va a entrar en la convocatoria. Está mejor, haciendo parte del trabajo con el grupo, pero sería demasiado precipitado”. Recordó también que él siempre fue un entrenador con visión de cantera, defendió a Ratón del ojo crítico y justificó su titularidad con un atributo que el gran público no puede ver: su implicación en los entrenamientos.
Escribá analizó las virtudes de su rival, un Huesca trabajado en la pizarra de Cuco Ziganda: “El Huesca se equivoca poco, está ordenado, equilibrado, encaja muy poco porque concede muy poco. La eficacia será la clave”. El técnico volvió a hablar sin tapujos, con honestidad y con mensajes velados entre sus líneas. Llegó a decir que las rotaciones del pasado martes tenían que ver con los problemas físicos de la plantilla, reconoció que Bermejo y Giuliano llegan al partido entre algodones y dijo también que espera un “ambiente muy bonito” para el duelo.
Escribá afronta su primer gran partido en La Romareda. Sensato y natural, no ensayó un plan distinto a otras comparecencias. A veces los encuentros excepciones se resuelven mejor con portavoces normales, capaces de leer el partido y sus secretos sin grandes metáforas ni las peores estridencias. Escribá acierta en su ensayo: lo mejor del fútbol