Incertidumbre, esa es la palabra que ronda las cabezas de Carcedo y su equipo. A tan solo un encuentro, frente al Girona, de cerrar el capítulo de la pretemporada, no existe un once, ni una plantilla definida. La x, la incógnita, no ha sido despejada en algunas posiciones. Uno de los problemas principales: el lateral derecho del esquema.
La titularidad es indiscutible: Fran Gámez. El jugador, que llegó la temporada pasada, ha sabido hacerse con un hueco en el once inicial aunque las alternativas son escasas. Esta es la posición que ocupaba de forma definida Carlos Vigaray antes de su lesión. El jugador parecía haberse recuperado, pero la realidad es que, aunque que se haya ejercitado en alguna ocasión con sus compañeros, no ha disputado, ni entrado en la lista de convocados de ninguno de los encuentros.
Vigaray mantiene en vigor su contrato y hasta ahora las esperanzas parecían estar puestas en su pronta recuperación. Sin embargo, las circunstancias no se han dado así. El jugador no está listo para saltar al terreno de juego, ni parece por el momento que vaya a estarlo. Se estima, por tanto, que es poco razonable que siga ocupando una ficha si no va a llegar al nivel.
La alternativa
Entre alboroto y enigma sí alguien ha salido beneficiado es el filial Marcos Luna. Con tan solo 19 años está llamado a formar parte del primer equipo como segundo lateral derecho del equipo. Además, el canterano juega con la ventaja de que Borge y Juan Sebastián pueden ocupar su posición en el filial.
Marcos Luna tiene ficha como canterano hasta 2024. En la pretemporada ha demostrado estar a la altura del primer equipo, a pesar de su inexperiencia como profesional. Aunque, la opción principal que debería barajar el club es la de una nueva incorporación, ya que el Deportivo Aragón no puede prescindir indefinidamente del lateral derecho. Además, es inviable que Fran Gámez asuma el puesto en solitario.