Hablar del CD Teruel es hablar de un proyecto en constante crecimiento. Sin duda, uno de los principales culpables del gran presente que atraviesa la entidad aragonesa es Fran Gracia, su director deportivo. Poco más de una semana después de la confirmación del ascenso a 1ª RFEF, el aragonés atiende a SPORTARAGÓN para hablar de la fantástica temporada del equipo, su etapa en Pinilla y el día a día de un director deportivo.
Ya ha pasado una semana respecto al histórico ascenso a 1ª RFEF del CD Teruel. ¿Cómo se siente uno después de haber contribuido en algo tan importante para la ciudad?
Muy feliz. Al final, es un objetivo que llevamos peleando desde la temporada pasada. Aunque es cierto que no era el plan estratégico cuando accedimos a esta categoría, se ha demostrado en estos dos cursos que el equipo estaba preparado y que el cuerpo técnico sabía lo que hacía, teniendo una idea clara de juego y una identidad.
¿Ha encontrado Fran Gracia en Pinilla su sitio?
Sí, sin duda. Soy muy feliz tanto en mi vida personal como profesional. Me dejan trabajar, estoy a gusto y tengo la sensación de que tanto la gente del club como los aficionados valoran mi trabajo. Estos días, he recibido muchas muestras de cariño, entendiendo también que mi puesto es distinto y que tiene una menor repercusión que el del entrenador y el de los jugadores, que son realmente los protagonistas. Soy feliz, algo que creo que es lo que busca uno en la vida.
El comienzo de una nueva era
La elección de Víctor Bravo fue sobre todo una cuestión de sensaciones, de intuición
Pongámonos en contexto. Usted llega al CD Teruel en verano de 2020 tras ser recomendado por un César Láinez que no acabaría continuando en la disciplina turolense. ¿Hasta qué punto la figura del zaragozano ha sido esencial para que usted esté aquí actualmente?
César fue importante, ya que era el entrenador del club en el año de la pandemia, cuando se corta todo y se hace el play-off exprés. En su cuerpo técnico, estaban Quique García, director deportivo del Utebo FC, y Juli Carmona, segundo entrenador del División de Honor Juvenil del Real Madrid, y con ellos dos, desde hace años, tengo una amistad, una relación estrecha. César entendió que un club como el CD Teruel necesitaba una figura de un director deportivo. Por ello, creo que Juli y Quique le hablaron de mí y él se lo trasladó al club. En aquel entonces, yo acababa de salir de una agencia de representación en la que estuve un par de años (Emartsoccer). Después de eso, llegó el play-off, las cosas no terminaron como ninguna parte deseaba y decidieron separar sus caminos. Entonces, un día, recibí una llamada del presidente, donde me preguntaba si, a pesar de la no-continuidad de César, estaría interesado en el puesto y hablé con César y me animó. Sinceramente, Teruel era un sitio en el que me apetecía trabajar y, un tiempo después, aquí sigo.
Su primera decisión al frente de la Dirección Deportiva del CD Teruel es apostar por Víctor Bravo, que por aquel entonces era jugador de la plantilla, como técnico. ¿Qué motivos le condujeron a decidirse por un perfil tan inexperto en los banquillos antes que por uno más asentado?
Sondeé los entrenadores que había disponibles. El club, paralelamente a mi opción, ya tenía un par de nombres encima de la mesa. Sin embargo, busqué otra alternativa. En ese sentido, fue una cuestión de sensaciones, de intuición. El presupuesto iba a bajar bastante y, por lo tanto, tener una figura como Víctor, que ya conocía el vestuario, me iba a ayudar a retener a ciertos jugadores. Además, nos conocíamos, las referencias que tenía de él eran muy positivas, había sido un gran futbolista y tenía el respeto de la plantilla. Entonces, todos estos matices los metí en la coctelera, aposté por él por intuición, sobre todo, lo llamé y, tras dos días, conseguí convencerlo. Desde entonces, no ha ido mal. (ríe)
De este modo, se incorporan jugadores de cierto nivel para 3ª RFEF y se consigue ascender al término del curso. ¿Cuál fue la clave del éxito?
Ese CD Teruel era un equipo superior a la categoría. Después de mantener a pilares importantes para el proyecto, incorporamos a futbolistas que nos dieron un salto de calidad como Kevin Lacruz, Taliby, Dani Rueda, Roy o Rami. Así como en 2ª RFEF no hemos tenido una economía dominante, en Tercera División sí la tuvimos. De este modo, la clave del éxito es bastante distinta al de las últimas dos temporadas.
En el siguiente curso, el club, en su primer año en 2ª RFEF, da un paso hacia adelante y se postula contra todo pronóstico como un claro aspirante al ascenso. ¿Era algo que usted se esperaba? ¿Hasta qué punto le sorprendió el rendimiento del equipo?
Aquí, por ejemplo, el matiz es distinto al de la temporada en Tercera División. Ascendemos a 2ª RFEF con una base y un vestuario inmejorable y, a partir de ahí, empezamos a cubrir ciertas carencias que entendíamos que tenía el equipo. Cuando pasan alrededor de doce jornadas, llegamos a la conclusión que, por el momento, nadie ha sido superior al CD Teruel y que es una categoría extremadamente igualada que se decide más por el error que por el acierto de los futbolistas, ya que esos perfiles desequilibrantes están en ligas superiores. Desde la campaña anterior, hemos sido un bloque muy sólido, llegando a acumular más de cincuenta jornadas consecutivas sin abandonar los puestos de play-off. Seguir apostando por esa columna vertebral y acertar en los fichajes fueron los factores que acabaron marcando la diferencia.
Sin embargo, una malísima dinámica en la segunda vuelta hace que el conjunto turolense no pueda ascender de manera directa. Durante esa mala racha de resultados, un sector de la afición pone en entredicho la capacidad de Víctor Bravo para sacar el proyecto adelante. ¿Por qué, en ese clima desfavorable, decidió seguir apostando por él?
Bueno, yo creo que plantearse otra cosa habría sido una locura. Pese a no ser uno de los clubes con más presupuesto, la temporada desde la primera jornada fue un éxito. El equipo hizo un curso tremendo pese a los malos momentos que hay en todas las campañas. El cese de Víctor nunca estuvo encima de la mesa, jamás fue una posibilidad. No soy partidario de los cambios y menos en un año así en el que la trayectoria del grupo fue excelente a pesar de los baches.
Fran Gracia y el trabajo de un director deportivo
Necesito percibir las ganas de unirse al proyecto del posible fichaje
Centrándonos ya en su figura, ¿cómo es el día a día de Fran Gracia en términos laborales?
Por la mañana, me gusta estar con el equipo en los entrenamientos, convivir con el grupo y ver su implicación, charlar con el cuerpo técnico y aportar mi granito de arena siempre que sea necesario. Cuando termina la sesión, nos trasladamos a la oficina para terminar la jornada de mañana. Por la tarde, llevo a cabo el visionado de partidos, el seguimiento de futbolistas y la actualización de nuestra base de datos. En ese sentido, es un poco monótono porque siempre hacemos lo mismo. Sin embargo, la pasión que tenemos en esto y la aparición de situaciones nuevas y jugadores desconocidos mantienen viva esa llama del fuego interno.
¿Qué importancia tiene en él su secretario técnico, Jorge Ory?
Jorge, con el que ya había trabajado en el Racing de Zaragoza, se incorporó esta temporada. Es un chico muy trabajador, honesto y con mucha energía, ya que invierte muchísimas horas en ver fútbol. Es un apoyo más, puesto que cuatro ojos siempre ven más que dos. Él se ha ocupado de dos grupos de 2ª RFEF durante el primer tramo de temporada. A partir de Navidad, cuando vimos que el equipo iba tan bien, se volcó un poco más con la 1ª RFEF. Luego, ponemos en común nuestro conocimiento y opiniones y, teniendo en cuenta esos dos factores, definimos el filtro de jugadores a tener en cuenta.
¿Cuándo se empieza a planificar la siguiente temporada?
Bueno, yo creo que no hay tiempos. Al final, es todo parte de un proceso diario en el que tu recorrido va de la mano del transcurso de la temporada, ya que vas sacando tus conclusiones. Puede haber jugadores de la plantilla que estén sumando, otros que creas que quizás no pueden aportar más… En ese sentido, vas moviéndote, sabiendo que, por ejemplo, hay una finalización contractual de un futbolista difícil de renovar debido a su buena temporada, que lo impulsará a otro tipo de clubes. Eso mismo nos pasó con Alfredo y, sabiendo que iba a ser difícil retenerlo, fuimos buscando alternativas. No hay un momento exacto, sino que la planificación de una plantilla es un proceso constante que, obviamente, se suele acelerar con la apertura del mercado.
Sin duda, la valoración de la figura del director deportivo puede ser algo volátil, ya que esta se va a ver influenciada claramente por el rendimiento de los futbolistas tanto a nivel individual como colectivo. ¿Cree que el juicio de su trabajo, en ocasiones, puede ser injusto? ¿Tiene el deber a adelantarse y acertar prediciendo el encaje de un jugador en el equipo?
Es parte del trabajo. Uno debe poner todas las herramientas posibles para intentar manejar el mayor número de escenarios probables. El fútbol es así, las reglas del juego son las que son, aunque sí que es cierto que el director deportivo suele tener alguna bala más que el entrenador. Creo que todos los que nos dedicamos a esto sabemos que esto es así y es algo que hay que aceptar, no cambiar. El fútbol mueve mucha pasión y, desde fuera, al manejar menos información que desde dentro, al final todo se basa en gran medida en el resultado, lógicamente. A partir de ahí, uno intenta hacerlo lo mejor posible y, mientras se trabaje con honestidad e ilusión, la conciencia estará tranquila.
¿Hasta qué punto un director deportivo debe tener en cuenta al entrenador en la confección de la plantilla? ¿Debe llevar a cabo todas las operaciones que pida el técnico o debe haber una especie de consenso entre ambas partes?
Sí, debe existir un consenso, pero, evidentemente, las preferencias del gusto del entrenador son primordiales. Si mi técnico me está pidiendo un jugador por fuera que vaya al espacio y le traigo un futbolista asociativo, por mucho que sea un fenómeno, el entrenador no lo va a encajar bien porque no cubre sus demandas y, por ello, lo normal es que el fichaje no salga bien. Aquí, la clave es la comunicación permanente, el entender cuál es la idea de del técnico. A partir de ahí, debemos ir de la mano porque entonces el perjudicado es el jugador, que no va a poder demostrar su nivel, y el club, que va a invertir en un chico que no va a ser importante.
Para conseguir los objetivos, tener un vestuario unido suele ser fundamental. Por ello, ¿de qué manera influye el carácter de un jugador para llevar a cabo su incorporación?
Influye mucho. Esto para nosotros es sagrado. Si tuviese un informe de un jugador que nos gusta deportivamente, pero tenemos malas referencias a nivel personal, no se acometería su incorporación. Al final, en estas categorías tan igualadas, meter a un futbolista que te puede perjudicar el ambiente del vestuario yo creo que no tiene sentido. En la élite, bueno, al final, si tienes uno o dos jugadores que son más especiales, pero al final tú lo sabes llevar porque son importantes… Sin embargo, para nosotros, que somos gente del barro, esto es fundamental y más en un club como el CD Teruel, que no ha estado cerca de contar con uno de los mayores presupuestos del grupo.
¿Cuál ha sido el fichaje que más le ha costado cerrar en su etapa en el CD Teruel?
Quizás es porque lo tengo reciente, pero la incorporación de Moha costó en invierno. Al final, es un futbolista que, hace dos años, disputó alrededor de 30 partidos en Segunda División, haciendo un año brutal con el CD Numancia. Ahora, no era tan importante, pero seguía teniendo un notable porcentaje de titularidades. Por ello, fue difícil. Además, nosotros buscábamos un jugador muy específico con velocidad y un buen uno contra uno. Más allá de esto, tengo que decir que no suelo dilatar mucho la situación. Necesito percibir las ganas de unirse al proyecto del posible fichaje. Y es que, si ambas partes están realmente interesadas, lo normal es que se acabe llegando a un entendimiento. Si hay dudas, prefiero acometer otra operación.
Le quiero lanzar un nombre: Luis Carbonell. Tras su paso por las categorías inferiores del Real Madrid, su carrera parecía que estaba en un punto muerto. Sin embargo, en Pinilla, se ha vuelto a ver aquel futbolista diferente. ¿Qué balance hace de su temporada? ¿Cómo definirías al Luis que se ha visto en el CD Teruel?
Luis es un chico al conozco desde que era un niño. Para los amantes del fútbol base, era alguien al que merecía la pena ir a ver jugar de propio. Es un jugador con un talento único. No sé lo que pasó la temporada anterior en Madrid, pero me acuerdo de él en la UEFA Youth League, en 2020, siendo el mejor del Real Zaragoza pese a ser juvenil de primer año. A partir de ahí, las cosas no le salieron, aunque, seguramente, él también tenga su parte de culpa. Nosotros estamos muy contentos con él. Es un gran chico al que le tengo mucho aprecio en lo personal y, deportivamente, es diferente. Si bien es cierto que ha tenido problemas físicos, algo en lo que debe ser exigente consigo mismo, tengo la esperanza de que Luis tenga un largo recorrido en el fútbol. Creo que la cesión le ha venido bien. Aquí, ha sido importante. De hecho, probablemente, más de lo esperado. Se lo ha ganado, ya que ha tenido una fuerte conexión con su entrenador y ha sabido comprometerse con el equipo, cumpliendo sus obligaciones a nivel defensivo y táctico. Además, ofensivamente, nos ha dado mucho. Esa libertad y ese talento que tiene lo ha sabido aprovechar y ha sido un jugador muy importante para nosotros.
Teniendo en cuenta lo bien que ha salido Luis Carbonell, con el ascenso a 1ª RFEF, ¿podemos ver más operaciones entre el CD Teruel y el Real Zaragoza?
No lo sé. Todavía no hemos hablado con el club, aunque yo sí que lo he hecho con amigos que trabajan en la secretaría técnica de la entidad como puede ser Álex Monserrate, pero siempre desde un tono informal y debido a nuestra buena relación. A nivel laboral, lo desconozco. Ojalá sea así si es beneficioso para ambas partes. Evidentemente, el Real Zaragoza posee una estructura muy poderosa, siendo una de las mejores canteras de España. Por ello, si hay jugadores a los que les puede venir bien pasar por Pinilla y son futbolistas que nos van a sumar, creo que entre aragoneses hay que ayudarse y sería fácil llegar a un acuerdo.
Hablando ya de la próxima temporada, ¿qué perfil de futbolistas va a buscar el club para afrontar esta histórica campaña?
Aún estamos en proceso de terminar esta temporada. Queda un partido de liga y hay que hablar aún con algunos jugadores de nuestra plantilla. Sin embargo, por lo que hemos podido visualizar de la Primera RFEF, hay un salto sobre todo a nivel físico. Pese al salto técnico que podemos ejemplificar con jugadores de equipos como el Real Madrid Castilla o el RC Deportivo de la Coruña, el salto está más en el ritmo y la energía. Las incorporaciones que hagamos irán destinadas a minimizar la diferencia de la actual plantilla del CD Teruel con las de otros equipos de la categoría, principalmente, en relación con el aspecto físico.
Sin duda, el CD Teruel es un club en constante crecimiento a lo largo de los últimos años. Los dos ascensos en apenas tres años lo demuestran. Sin embargo, ¿qué meta tiene el proyecto?
Somos muy cholistas, así que partido a partido. Ahora mismo, creo que, quizás, estamos por encima de las expectativas, aunque la realidad hay que aceptarla y, en este caso, también disfrutarla. A partir de ahí, hay que armar el mejor equipo posible y conseguir contar con el apoyo de la gente y de las instituciones, ya que es una categoría que requiere un buen soporte económico. Con herramientas, podemos ser competitivos. Sin embargo, hay que ir día a día con ilusión. Las primeras doce jornadas marcarán un poco el devenir del equipo.