ZARAGOZA | El pasado viernes quedó claro sobre el verde de La Romareda que al Real Zaragoza le hace mucha falta Francho Serrano. El “zorro” caía lesionado tras la finalización del encuentro del pasado domingo frente al FC Cartagena. Las pruebas médicas dictaminaron una rotura en la zona isquiotibial que le tendrá, como mínimo, mes y medio fuera de los terrenos de juego.
Ausente en gran parte del partido en Cartagonova
Escribá decidió dejarlo fuera del once en Cartagena, condicionado por el plan que había diseñado para el encuentro. En el último tramo, el preparador valenciano quiso introducir su dinamismo y su capacidad de conducción para cerrar el encuentro, que por entonces marchaba 1-2 para los aragoneses.
Pero lejos de esa suplencia, se puede comprobar que Escribá confía ciegamente en el ‘14’. Francho Serrano había disputado hasta la fecha todos los encuentros de titular y llegó a marcar en el día del estreno. Su lectura del partido, su incansable resistencia y sus movimientos con vistas al ataque son claves para un Fran Escribá que ha reconocido que su baja es muy importante para el equipo.
Totalmente planos en el juego
Entre las gradas de La Romareda una frase parecía repetirse: “¡Estamos muy planos!”. Se cuestionaban el por qué. La respuesta se explica a través del que no estaba. Francho Serrano es ese mediocentro diferente, el que abarca campo, el que baja a recibir y abre el juego a banda para dotar de electricidad al equipo. Un cargador necesario para llenar la batería de un equipo que se quedó fuera de cobertura. Y el Racing, que leyó el partido a través de las ausencias (la de Nieto y Lecoeuche dejó sin laterales zurdos al equipo), supo aprovechar ese juego plano del conjunto zaragozano.
Adiós al tridente para varias jornadas
Además de su siempre valiente comportamiento en el verde, hace mejores a sus compañeros. Y es que dos futbolistas de la calidad y el poso de Toni Moya y Marc Aguado, necesitan ese dinamismo del ‘14’. El partido frente al Cartagena, el primero sin Francho en el once, ya dejó varios errores en la medular que requerían de su energía. La calidad de Moya y Aguado, que junto a Francho y el enganche de Maikel Mesa forman uno de los mejores centros del campo de la categoría, requieren de ese perfil que recorre más campo y que introduce el cambio de ritmo que se necesita para darle velocidad a la circulación del balón. Ese tridente, al que gran parte de la afición le tiene tanta fe, no será de la partida hasta mediados de octubre.
Readaptar al equipo sin el futbolista más enérgico
Esa falta de energía que se dejó ver ya en el empate frente al Racing de Santander (1-1) va a tener que subsanarse de manera rápida para que el equipo no se caiga y mantenga el nivel que le haga seguir en puestos de ascenso directo. La gran renta de puntos que ha obtenido el Zaragoza de manera más que merecida, hace que el conjunto de Escribá tenga ya una ventaja de cuatro puntos sobre el tercero.
Hasta que Francho vuelva a ser de la partida, Escribá necesita introducir algo distinto en la medular. Pero ¿cuál es la solución? se pregunta gran parte de la afición. No hay ningún jugador que sea del mismo perfil que el ‘14’. Jaume gana enteros para tener más minutos, aunque el gran nivel que tienen tanto Moya como Aguado les postula como doble pivote durante el periodo de lesión del canterano.
Ahora se abren ahora una serie de variantes para el míster valenciano. La plantilla que ha armado Juan Carlos Cordero le da soluciones para seguir dando el nivel necesario. Ninguna parece tan ideal como la mezcla entre Escribá y Francho, una relación mutua en la que el jugador confía en la idea del entrenador y el preparador en su futbolista. Quizá sea el técnico el primero que mire al calendario, en busca de la fecha de su regreso.
La afición, consciente de su importancia, se hace la misma pregunta: Francho, ¿cuánto te queda?