En los peores momentos, los de casa son cuando más y mejor aparecen. En la peor temporada de los 89 años de historia del Real Zaragoza, Francho Serrano, Francés y Azón, tres chavales casi en edad juvenil se han echado gran parte de la responsabilidad del equipo a la espalda y han logrado salvar una situación que no hace mucho era insostenible. Una papeleta que nunca les debió corresponder a una edad tan temprana. Toda una muestra de talento y carácter con a penas 19 años.
Ayer fue Francho Serrano el que abrió la lata del encuentro con un golazo, e Iván Azón el que puso el gol de la tranquilidad nada más arrancar la primera parte. Por su parte, Alejandro Francés volvió a liderar desde la zaga otra portería a cero en La Romareda. De esta forma, el Real Zaragoza selló su permanencia por novena vez consecutiva en la Segunda División. El zaragocismo suspiró relajado tras ocho meses de taquicardia.
Francho “el Zorro” Serrano
El de ayer fue seguramente, junto al del debut, el partido más especial con la casaca del Real Zaragoza para Francho. Participó en la creación del juego y supo ser indetectable entre líneas. El gol que anotó rompió las ataduras del pánico en un equipo timorato en esa faceta hasta la noche de ayer. El Castellón recibió la mayor goleada protagonizada por el Zaragoza esta temporada.
La jugada del tanto fue un reflejo de lo que es Francho sobre el terreno de juego. En una transición ofensiva, el canterano maño supo cómo pasar inadvertido entre la defensa castellonense levitando sobre la frontal del área; recibió de Narváez, y de primeras se la devolvió con criterio a la banda para adentrarse en el área con sigilo y rematar con la peor de las intenciones hacia la meta de Whalley. El balón se coló pegado a la escuadra. El Zorro ya tenía a su presa.
Afición sobre el césped
La celebración de Francho lo dijo todo. Una explosión de sentimientos al ver que el ansiado objetivo estaba más cerca. El primer gol de Francho y el posterior de Azón fueron los goles de la afición. Ayer no pudo asistir al estadio pero allí estaban ellos, zaragocistas que representaron sobre el césped el sentir de una afición, de una ciudad. Sin olvidar a Zapater, Francés o Nieto, entre otros. Aficionados dentro de la plantilla que han tenido que cargar con la doble carga de representar al club de sus amores durante un dura temporada.
La base del futuro
Francho Serrano abrió el camino de la salvación contra el Castellón. El Real Zaragoza ya sabe que el año que viene volverá a competir por enésima vez en la Liga Smartbank, con mayores dificultades económicas que el año anterior.
Nadie sabe si la propiedad se mantendrá o cambiará. Nadie sabe si JIM querrá seguir liderando este barco o marchará tras haber cumplido su misión. Lo que sí está claro es quienes deben formar la base del equipo de la temporada que viene: los de casa. Francho, Francés y Azón han demostrado agallas en el momento más crítico de la historia del club y suyo debe ser el protagonismo del curso que viene. Su presencia en el campo asegurará que el Real Zaragoza, vaya donde vaya, estará siempre bien representado.