El buen gusto de la pelota de la Real Sociedad se apodera del equipo donostiarra que aleja el fútbol físico de su argumentario. Francisco ha alabado, y mucho, el juego del rival de la SD Huesca este domingo. Un equipo que ha abierto el año sin conocer la derrota y subiendo escalones en la clasificación. Francisco se presentará en Anoeta con Musto y Moi en la convocatoria. Uno y otro han sido duda durante la semana y las molestias han desaparecido. Que jueguen ambos ya se verá.
El técnico del Huesca no escondió que va a cambiar cosas en un primer objetivo claro. Tratará de “regresar al origen” para llegar “vivo” al final del partido. Y es que tras la victoria contra el Betis en casa tenía que haber obrado como un cambio profundo en cuanto a la obtención de resultados positivos. La realidad es que el equipo se le ha caído en las segundas partes.
Urge un lateral izquierdo
Hablar de conseguir una victoria es tan recurrente como el deseo de que el club fiche a un lateral izquierdo. Son dos preguntas que van adosadas en cada rueda de prensa del técnico y para las que el patrón de respuesta no cambia de convocatoria a convocatoria.
Respecto al tema de los rivales, Francisco tiene claro que tras cada derrota de la SD Huesca “queda un vacío en el vestuario”. Cuando se abre una nueva semana renace la ilusión y se vuelve a entrenar con ganas para conseguir la victoria. “Las semanas las abrimos con optimismo y convencidos de que vamos a luchar”, afirmó. Respecto al lateral, hay varias opciones, pero sin terminar de rubricar alguna.
La clave para llevarse los 3 puntos
¿Y contra la Real de Imanol Alguacil dónde ve Francisco la clave para conseguir la victoria? Su filosofía de juego no va a cambiar. Consciente de que la Real juega un buen fútbol y que ser colista “nos hace daño” su propuesta sigue el camino de “ser valientes, pero no kamikazes”.
Y también descansa sobre el abc de un deporte así que pasa por “ser fuerte” a nivel defensivo, pero sin entenderlo como una fortificación atrás, “sino en nuestro campo y en el suyo” consciente de la dificultad de puntuar contra un rival que “juega bien y eso le da victorias”.