Tres eran los encuentros en los cuales la SD Huesca había permanecido invicto consecutivamente, logrando dos victorias y un empate ante rivales de entidad, que venían a evidenciar el buen momento del equipo azulgrana.
El partido de Cádiz no solo fue doloroso por la forma en la que se produjo la derrota, sino que además cortaba una racha de tres encuentros sin perder del equipo oscense. Tras la abultada derrota sufrida en Mallorca, el equipo había recuperado una buena dinámica que además le había aupado a puestos de ‘playoff’ de Segunda por primera vez en toda su historia, posición totalmente merecida si tenemos en cuenta lo ofrecido por el conjunto en estas primeras 13 jornadas de LaLiga 1|2|3.
Los hombres de Juan Antonio Anquela están basando su buen inicio en la fortaleza ofrecida en casa, en donde han recibido a equipos que, como Mirandés y Reus, ocupaban posiciones nobles de la tabla. La gran igualdad reinante hace que cada partido sea un nuevo reto y como bien recalca Anquela: “Cada semana cuesta y mucho sacar los partidos adelante”. Eso no quita para reconocer que el equipo, pese a su irregularidad fuera de su estadio, está ofreciendo una imagen muy buena, y su posición en la tabla es totalmente merecida. Al final, cada escuadra está donde se merece y esta SD Huesca tiene todavía un margen importante de mejora, pues está sustentando la buena clasificación sin un ‘9’ que aporte goles.
Tras el traspiés, quizás inmerecido de Cádiz, donde el equipo fue superior pero le faltó algo de acierto en sus innumerables llegadas, este sábado tiene otra piedra de toque importante: el Real Oviedo de Fernando Hierro. Un equipo que acudirá a Huesca en puestos de ascenso directo con 2 puntos más que los azulgranas, una racha de 7 partidos sin conocer la derrota y como conjunto menos goleado de la categoría (7 tantos recibidos).