Gabi Fernández ha dirigido en la mañana de hoy una sesión sin sobresaltos, que ha transcurrido con normalidad. El Real Zaragoza continúa preparando el duelo ante el Córdoba en una semana más larga de lo habitual, para lo bueno y para lo malo. Mientras que el conjunto aragonés puede comenzar su partido en descenso, parece una buena noticia que el calendario dé un poco de margen, respiro en una situación agónica.
A las conocidas bajas por problemas físicos de Lluís, Keidi y Nieto, se le han sumado las ausencias de Bazdar, Arriaga y Kosa, que se encuentran ya con sus respectivas selecciones para disputar el parón internacional. Las soluciones han vuelto a estar en el filial, donde Gabi ha reclutado para la causa a Sabater, Terrer, Saidu y Barrachina, ya de regreso tras la disputa de la Final-Four con el División de Honor Juvenil.
Gabi, ante su primer rompecabezas
El Zaragoza afronta el encuentro del próximo lunes sin columna vertebral, con bajas de importancia que van a obligar a Gabi a recurrir a soluciones de emergencia. Si la principal duda se concentra en el centro de la zaga, con Jair, Vital y Clemente opositando para dos huecos, el nuevo técnico se va a encontrar de primeras con la sanción de Luna en el costado derecho y con muy pocas opciones en la medular.
En estos momentos, Francho, Moya y Guti, los dos últimos tras superar sendas lesiones, son los únicos futbolistas disponibles en la media. En ataque el terremoto es menor, con Soberón y Dani Gómez ocupando la escena. Ambos son la mejor noticia de un Zaragoza noqueado.