ZARAGOZA| Un Real Zaragoza más arropado que nunca tiró de corazón y se llevó tres puntos vitales (1-0) en La Romareda ante uno de los cocos de la categoría, el CD Mirandés. El tanto de Jair Amador supuso una bomba de oxígeno para la entidad zaragocista, la cual comenzó la más dura de las batallas desde los puestos de descenso. Tras el encuentro, Gabi Fernández compareció en rueda de prensa, dedicando unas palabras a la afición: “Conseguir la permanencia sin la afición es imposible y han estado de matrícula de honor. Nos han empujado en los peores momentos. El gol de Jair es suyo.”
El madrileño, en la que fue su primera victoria como técnico del Real Zaragoza, dio la clave de la misma: “Mucha actitud y competitivdad. El equipo ha estado muy equilibrado”. La plantilla ha experimentado un cambio de mentalidad, convirtiéndose en un bloque sólido y generoso en los esfuerzos. Gabi ha comentado que “ha cambiado la frustración de los chicos. Tenían miedo a equivocarse y se escondían. Hoy nadie se ha escondido, han asunmido responsabilidad con y sin balón y han mirado por el grupo.” Y es que el Real Zaragoza mostró una cara casi inédita en los últimos meses, compitiendo los noventa minutos y exibiendo solidez defensiva.
El balón parado, argumento ahora a favor
El triunfo llegó gracias al balón parado, el aspecto quizá más a mejorar del equipo. “El balón parado es decisivo. Llevamos toda la semana trabajando la estrategia. Los chicos han creído en ello.”, ha mencionado Gabi. Además, por medio de una curiosa anécdota, el técnico ha reconocido que le va a salir cara la victoria: “Les prometí a los chicos que si marcaba Jair de córner les pagaba una cena”. Finalmente, Gabi Fernández ha admitido estar destrozado pero feliz por los chicos: “Quiero disfrutar el momento pero, desde el martes, a seguir trabajando”.