ZARAGOZA | Gabi Fernández vuelve al Real Zaragoza, al lugar que cambió su carrera como jugador. Y lo hace con un objetivo simple: salvar al Real Zaragoza. Nunca un técnico novel tuvo un reto tan grande en su estreno. Nunca un estadio pudo cambiar tanto la historia de un deportista que empezó a ser entrenador y jugador en otros sitios.
Gabi siempre tuvo al Real Zaragoza en el radar. Y su regreso, precisamente en el momento más complejo de su historia, se explica a través de la ambición, el sentimiento adquirido y la valentía. Desde 2007 a 2011, Gabi Fernández entendió el significado del escudo y supo salvarlo y representarlo. Eran tiempos convulsos: un tramo de la historia en el que los jugadores pasaban sin ser reconocidos. Nunca sucedió con Gabi, que creó lazos en Zaragoza que quedaron para siempre. Su voluntad le ha permitido llegar a Zaragoza, también su estrecha relación con Ángel Torres. El presidente del Getafe siempre le miró como el testigo ideal de José Bordalás, pero supo entender que Gabi quería volver a La Romareda.
Gabi Fernández, una apuesta de la propiedad
En la elección hay riesgo y una apuesta clara de la propiedad, emparentada con el Atlético de Madrid entre las sombras. Sin Juan Carlos Cordero en el club, Mariano Aguilar toma las riendas de la estructura deportiva y elige a un técnico prometedor. Con la esperanza de que la trayectoria de Gabi en los banquillos cambie tanto en La Romareda como mejoró su carrera como jugador. Con una idea sustancial: que pueda reanimar el ánimo de una plantilla herida en todos sus costados, hundida con Miguel Ángel Ramírez.
Si el vestuario había dejado de creer en MAR, ahora es el tiempo de los jugadores. La plantilla mirará a Gabi como alguien al que admiran, que fue capaz de alcanzar los grandes escenarios, de ser un líder ejemplar en todos sus equipos. Guiado por sus afectos, fue un jugador referencial en Getafe, Zaragoza y Atlético de Madrid. En su última estación, se convirtió en la prolongación de Simeone en el campo, más cholista que el Cholo. Y fue el santo y seña del mejor Atlético de la historia.
Su modelo y las claves de una salvación
Como entrenador, ha sido capaz de alternar registros en el filial del Getafe, de sacar el balón jugado y de encontrar el fútbol directo. Ahora se espera que recurra a los básicos de este deporte, que no pretenda inventar el juego sino recomponer a un equipo en plena demolición. En ese proceso se estima que es imprescindible reparar una estructura defensiva llena de grietas, que ha encajado 18 goles en los últimos 10 partidos.
Más cerca que nunca del abismo, el Zaragoza elige para su salvación a Gabi, que vivirá su primera experiencia en el fútbol de verdad. Nunca un técnico se estrenó en una situación más compleja. En el día de su 93 cumpleaños, el Real Zaragoza le deposita su fe y su suerte a Gabi Fernández.