ZARAGOZA | Gabi Fernández apareció en rueda de prensa en el día anterior a su estreno, en la previa del duelo ante el Córdoba. El técnico volvió a usar un discurso claro y contundente, plagado de referencias. Basó su mensaje en la energía, también en la fe y el convencimiento. Sus preceptos parecieron claros, ser un equipo intenso, comprometido e involucrado: “Vais a ver un equipo que compite muy bien. Creo que con el apoyo de nuestra gente y de La Romareda, llevaremos el partido donde queremos para intentar ganarlo”.
Convencido de su grupo, también del efecto que ha provocado su llegada en la plantilla, Gabi repitió con otras palabras un mensaje que dejó en el cierre de su presentación. Entonces dijo que para él los suyos eran los mejores futbolistas de la categoría. Hoy repitió esa idea, valorando el progreso del equipo, creyendo además en la responsabilidad de sus futbolistas: “Los chicos saben lo que nos jugamos y cada día los veo mejor, con la concentración necesaria para coger nuevos hábitos y sacar los partidos adelante. Estoy mucho más tranquilo que cuando vine. Los jugadores son conscientes de la situación en la que estamos. Son los que nos representan y los que nos van a sacar de la situación”.
Gabi Fernández y su regreso a La Romareda
El técnico recordó su pasado, los tiempos en los que fue capitán sobre el césped, el liderazgo que desarrolló en La Romareda. Solo así pudo explicarse que un tipo que ha jugado dos finales de Champions, pudiera tener los nervios del primer día: “Cuando vienes a La Romareda y recuerdas todo lo que viviste aquí, parece inevitable tener ese cosquilleo. Ahora soy el capitán pero desde fuera. Y somos conscientes de que tenemos que cambiar la dinámica aquí. Quedan 6 partidos en La Romareda y la clave para salvar la categoría está en casa”.
Gabi recurrió a un concepto clave: la energía. El mejor en esa suerte, uno de los secretos del triunfo será llenar de buenas vibraciones el partido y el estadio. Y en el centro de su comparecencia, dejó claros los preceptos de su propuesta. El comportamiento del equipo como una unidad, como un bloque sólido y sin fisuras. La idea de Gabi se explicó en una respuesta: “Quiero ver un equipo competitivo, un equipo junto, en el que la responsabilidad de defender y de atacar sea de todos. La clave está en que todos corran como si no hubiera un mañana, que todos los futbolistas se impliquen en la tarea defensiva y también en el ataque. Necesito implicación de todo el mundo en todas las facetas”.
Once finales
Elogió al Córdoba y habló de la dificultad del encuentro, reclamando también el apoyo de la grada. Su alivio fue mayor al conocer la derrota del Eldense y dejó algunas referencias inevitables, Es fácil encontrar las diferencias entre un discurso y el siguiente: “Te mentiría si te dijera que no miro la clasificación”. “Quedan once finales”. O un último guiño, en lo que pareció una sonrisa irónica y una provocación: “Vamos a jugar con cinco defensas. 5-3-2”.
En una comparecencia breve y concisa, había dejado un pronóstico y un mensaje positivo: “Creo que mañana va ir bien”. Minutos antes, casi sin que se pudiera reparar en ella, había dejado una frase que tuvo el valor de un eco, que quedó en la cabeza de todos: “Solo importa el Real Zaragoza”.