ZARAGOZA| La llegada de Gabi al Real Zaragoza no solo se reduce a una sola operación entre clubes. Para que la negociación resultase exitosa, se pusieron sobre la mesa diferentes fórmulas que involucraban a terceros, concretamente a Liso. Según el Periódico de Aragón, el Real Zaragoza y el Getafe habrían dejado prácticamente sentenciada la cesión del joven extremo zaragozano para la próxima temporada.
Anhelo de Bordalás, el cuadro azulón ya trató de hacerse con los servicios del ’33’ en el mercado veraniego. El Getafe ofreció al menos 3 millones de euros por un porcentaje del pase del jugador, cantidad que fue rechazada por la entidad zaragocista, que blindó al futbolista con una cláusula de 15 millones. Sin embargo, el devenir de la temporada ha propiciado una serie de cambios en el Real Zaragoza, y las posibilidades de que el técnico del Getafe cumpla su deseo cada vez son más elevadas.
Cada vez más predecible, la campaña de Adrián Liso se reduce a momentos puntuales. Con una pesada mochila de expectativas a sus espaldas, su rendimiento se puede explicar a través de la irregularidad. Actualmente, Liso es una sombra de lo que un día fue. En verano, todos los focos se pusieron sobre un jugador quizá demasiado joven para afrontar este tipo de situaciones, un jugador que un día brilló tanto que por momentos parece haberse apagado.
En caso de que la operación se lleve a cabo, Liso tendrá la oportunidad de volver a ser aquel extremo que descosía a los defensores rivales con una facilidad pasmosa, aquel futbolista con un tren inferior superior al del resto, al que un día le cambió la vida un regate. Sin embargo, lo hará lejos de su gente, de su estadio, del club que un día le vio nacer.