Eslovenia es en este momento la parada y fonda de Gabi Torralba. El ‘biker’ de Riglos participa este fin de semana en el nacional eslovaco. Hace parada allí tras dos capítulos en las EWS. Se encuentra en la casa de su compañero en el Orbea Enduro Team Vid Persak, ganador entre otras pruebas de la Trans-Nomad 2019. Gabi Torralba se encuentra allí desde el martes. El pasado fin de semana abrochó la segunda prueba de las Enduro. Se celebró en La Thuile (Valle de Aosta, Italia). Y como ocurriera en la etapa de los Dolomitas de Val di Fassa desea que llegue pronto el suelo de roca y se apague el de las raíces. Es lo que tiene entrenar en Riglos. Allí predomina la roca por encima del barro y las raíce y él se siente más feliz.
Antes de lo que depare este fin de semana toca recapitular lo hecho. Dolomitas le sirvió para quitarse algo más que la carbonilla. Torralba es de los que reconoce de forma abierta que le encanta entrenar. Pero la adrenalina de pincharse un dorsal, de competir es algo incomparable. La primera prueba de esta EWS, que ha cambiado el calendario y se disputa en dos jornadas no consecutivas, obliga a cierto acomodo. El de Riglos fue de menos a más.
Contento en las EWS
En La Thuile fue más constante. Al menos por lo que dicta su clasificación. Acabó en el puesto 35 la primera jornada, en el 36 en la segunda. El primer día, jueves, los ‘biker’ se encontraron un circuito embarrado por las lluvias de los días anteriores. “La verdad es que no es la mejor condición para mí. Y en la segunda jornada, el domingo, se secó bastante. No resbalaba tanto y eran muy rápidos. Me sentí más fuerte que en la primera y acabé contento. Son puestos para estarlo teniendo en cuenta que las condiciones no son las que mejor se adaptan para mí”, explica.