HUESCA | Tres sonoras ovaciones de sus compañeros, cuerpo técnico, directiva, familiares, amigos y periodistas han acompañado a Gerard Carmona en su despedida como jugador del Bada Huesca. Acaba de pasar a la historia del club altoaragonés. Se va un extremo excepcional. Un zurdo que responde con una sonrisa cada vez que se le pregunta por su maltrecha rodilla. Esa que le ha retirado del mundo de la pega. La que pudo quebrar su libro en el balonmano y a la que el jugador (Barcelona, 1997) siempre presentó batalla.
Anunció su retirada en Instagram y hoy la ha hecho oficial, en la que desde hace 8 años ha sido su casa, el Palacio de los Deportes. Nolasco confió plenamente en él cuando fichó. Si alguien tenía dudas sobre su respuesta sobre el 40×20, el catalán respondió como pocos. Jugador de equipo, siempre voz del vestuario, pasional, querido por todos, verlo triste era un imposible. De Huesca ha hecho su casa, aunque ha deslizado en su despedida que no sabe qué va a ser de su futuro.
Carmona se retira a los 27 años y ha sufrido viendo a sus compañeros –“hermanos” como denomina a con quienes ha compartido vestuario– jugar cualquier partido. Su momento más duro cuando en la temporada de la COVID veía a su equipo en puestos de descenso y él en la grada. Una persona que ha dado las gracias a todos y que incluso ha llegado a pedir perdón a sus compañeros “por no haber estado en los momentos que me habéis necesitado”.
Esta temporada 2023/24, también ha sido difícil. Se preparó a conciencia. Se machacó durante el verano. Con entrenos, con infiltraciones. Y cuatro días antes de que la redonda entrara con puntos en juego se volvió a lesionar. Otra vez la rodilla. Y otra vez a esforzarse para regresar, para ayudar a sus hermanos. Tuvo momentos buenos con otros que se daba cuenta que para un deporte tan exigente como el balonmano, la rodilla no le acompañaba. Y tuvo que tomar la decisión de retirarse.
Su despedida la ha hecho con el presidente del club, Pachi Giné, a su lado. El máximo responsable del club siempre defiende la importancia del esfuerzo, más que los resultados porque sabe que estos son producto de aquello. Y por eso se ha deshecho en elogios hacia un jugador que ha sido siempre ejemplo de esfuerzo, de batalla. Por eso le dijo que el BM Huesca siempre será su casa: “Estamos contigo para lo que quieras”.
En un discurso leído ha contenido como ha podido la emoción con su pare Manel, su tío Juan y su hermano Adrià escuchándole. Solo ha faltado su perro Yu, un husky que sufre cuando le ve llorar. Esta tarde habría sufrido mucho con la retirada del extremo, cuando las emociones se posen volverán a jugar.