Gerard Carmona seguirá ligado al BM Huesca las dos próximas temporadas. El acuerdo verbal será rubricado con una firma a la vuelta del jugador tras las vacaciones de Navidad. El extremo catalán solo tiene palabras de elogio para el club y el entrenador.
Está feliz Carmona y no lo esconde. A sus 20 años acumula lesiones de rodilla como para haber quebrado la voluntad, pero es un tipo fuerte y se asienta en un club que apostó por él cuando pocos lo hubieran hecho. El extremo es un seguro de vida. Rápido en las contras y certero. Y es un tipo para el que la palabra vale. El club ha anunciado hoy su continuidad. Seguirá ligado al BM Huesca dos temporadas más. El contrato no está firmado, pero le da igual. “Para mí, la palabra vale mucho”, afirma. El acuerdo se empezó a fraguar hace tres semanas. Su agente es su padre, Manel, que tan solo se perdió el partido contra el Naturhouse. Le sigue allá donde juega. Sea en Huesca o en Galicia.
Gerard reconoce que la temporada pasada fue complicada, porque llevaba mucho tiempo sin competir por esa maldita rodilla. En la actual entró con otras sensaciones. Se siente más rápido, más certero. “Y todo esto me ha llevado a tener resultados”, apostilla, aunque pronto lo deriva en el equipo: “Estoy satisfecho de poder ayudar”.
Y en Huesca se siente feliz. Agradece, y mucho, la confianza que el club y el entrenador depositaron en él. “Nolasco me resucitó”, dice en un entrecomillado de tan solo tres palabras en el que se recoge lo que para este barcelonés representa Huesca. Consciente de que tiene 20 años, que firma por dos temporadas más, sabe que está en un equipo para crecer mucho como jugador. Y lo hace en un equipo que descansa esta Navidad a tan solo dos puntos del segundo puesto y que tiene parte de su éxito en el vestuario. ¿Pruebas? Carmona ha hecho especiales migas con Carró del que dice, entre risas, que “es muy pesadito. Es un pedazo de pan, siempre te pregunta como estás”. Con sus compañeros de piso Zungri y Bonanno han estrechado lazos por aquello de la edad, estar lejos de casa… “Es lo lógico. Mira ya es un señor mayor”, suelta entre risas para referirse al capitán del Bada Huesca.
Carmona transmite sobre el 40×20 la seguridad de que las contras van a acabar con la redonda en la red de la portería rival. Y allí parte de responsabilidad la comparte con Jorge Gómez, el portero que le pone bolas milimétricas. “Jorge es algo que no he visto nunca. En el vestuario estamos enamorados de su personalidad y no hay manera de meterle un gol ni en los entrenamientos. La verdad es que podría estar en el equipo que quisiera”, dice con encendida admiración.
Ahora, Carmona descansa en Barcelona, pero ya tiene claro que a partir del 27 vuelve a entrenar para llegar el 8 de enero a Huesca tal como se fue, en plenitud física. La de Carmona es la primera renovación del Bada Huesca para conformar la plantilla de la próxima temporada.