El conjunto altoaragonés cayó en casa más de trece meses después. Su derrota alarga la racha de partidos sin conocer la victoria a cinco, tónica que, no obstante, se ha repetido entre los equipos modestos que han ascendido en los años anteriores.
Con un equipo confeccionado para mantener la categoría, la SD Huesca está cuajando una campaña que supera las expectativas iniciales. Sin embargo, el ambicioso objetivo que se le presenta a la plantilla puede verse mermado por la mala racha que atraviesa. Los 5 partidos sin ganar consiguiendo únicamente 2 de los últimos 15 puntos en juego así lo atesoran. Además, se ha experimentado una sangría defensiva sin precedentes esta temporada, con 10 goles en contra en este periodo.
Todas las temporada se asume que los equipos, sean de mayor o menor entidad, van a sufrir una racha de resultados negativa pero, en las últimas, esta situación se ha repetido especialmente en los equipos modestos que han estado en la pugna por los puestos de privilegio. Sin ir más lejos, Girona, Leganés y Eibar, entre otros, lo vivieron, lo que no les impidió ascender de manera directa al término del curso.
Los de Pablo Machín, después de tres presencias en ‘playoff’, llegaban a las últimas jornadas de la campaña 2016/17 con el trabajo prácticamente hecho. Aún así ,tuvieron que sufrir para alcanzar su meta. Entre la jornada 30 y la 32 acumularon tres derrotas consecutivas ante Cádiz, Real Oviedo y Rayo Vallecano y finalizaron la temporada sin ganar los tres partidos previos al duelo frente al Real Zaragoza en Montilivi, que certificaba el ascenso, con derrotas ante el Levante y el Nàstic de Tarragona y un empate en Alcorcón.
En la temporada 2015/16, el CD Leganés tampoco se libraba del bache. Los pepineros vieron peligrar su plaza de ascenso directo e incluso llegaron a perder el liderato en detrimento del Alavés de Bordalás. Su racha se prolongó desde la jornada 29 hasta la 32. El conjunto de Asier Garitano caía en aquel entonces frente al CD Tenerife (0-1) y era goleado por el Mallorca en Son Moix (3-0). Además, cosechaba dos empates, ante el Girona y el Elche, en aquel entonces rivales por el ascenso. Incluso el Huesca de Anquela logró llevarse 3 puntos vitales para la permanencia en su visita a Butarque, venciendo 1-3.
Dos años antes, misma situación pero distinto equipo. Esta vez, la SD Eibar. A pesar de cuajar una temporada caracterizada por la regularidad, también vio peligrar su sueño. El equipo armero sufría dos derrotas consecutivas. La primera, contra el Real Zaragoza en Ipurua, por la mínima; la segunda, en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife (1-2), hecho que ocurría en las jornadas 33 y 34 de la temporada 2013/14. Sin embargo, los vascos lograron rehacerse con una racha de ocho partidos sin perder hasta que terminó la competición.
Los históricos tampoco se salvan
El Eibar consiguió el ascenso y la primera plaza de Segunda derrocando al Deportivo de la Coruña. La consecución de la Primera de los blanquiazules, con victoria frente al Jaén en la penúltima jornada, rompía una racha negativa de cinco partidos sin ganar. Dos derrotas y tres empates, resultados muy similares a los que la SD Huesca atraviesa, pusieron en jaque la vuelta a Primera de un histórico del fútbol español.
Estos precedentes confirman la dificultad de los finales de temporada en Segunda, más todavía para los conjuntos que nunca antes se han visto en situaciones de éxito histórico similares.