ZARAGOZA | La primera vez que escribí de Giuliano Simeone solo había visto una extensa recopilación de sus goles con el Atlético de Madrid. Fue en diciembre de 2021, cuando su cesión a Zaragoza estaba cerca de cerrarse. Le pedí información a uno de los técnicos que tuvo en sus años de formación y transcribí la conversación para este medio. En la pieza, mi fuente decía que Simeone era un futbolista de calle; listo, intuitivo y veloz. Conservo los tachones que hice de aquel diálogo y subrayé una frase que se me ocurrió sobre la marcha: “tiene un gen competitivo especial, una cualidad que parece inscrita en su apellido”. Como siempre escribo los textos con la última de mis ideas, decidí que ese cierre podía ser también el principio de todo.
Su llegada a La Romareda se aplazó hasta el verano: el filial del Atlético de Madrid le necesitó para el final de la temporada. Giuliano llegó con aspecto de cachorro, vestido de turquesa, y la temporada ha descubierto a un jugador con sueños de gigante. Simeone ha encontrado en Zaragoza su primer lugar en el fútbol. Se ha adaptado a la alta competición y ha sabido ser un solista o el punto final de la orquesta. Durante muchos partidos, se le encargó una tarea muy complicada: fue enviado a una guerra en solitario. Y Simeone lo ha resuelto todo con la ambición de los grandes, con el corazón de un hincha.
Giuliano Simeone, su primer año en el fútbol
El argentino cambió las sensaciones de pretemporada en el primer partido del curso. Entró al Estadio de Gran Canaria como suplente y se lanzó en una carrera memorable, que no resolvió en el último paso. En esa jugada dibujó la pista del jugador que sería más tarde y todos los goles que llegaron después. Marcó frente al Lugo un par de jornadas más tarde y despertó del todo frente a La Ponferradina, en un partido que descubrió todas sus virtudes. Veloz, ganó todas las carreras. Listo, entendió también el arte del rechace. Hambriento, quiso que ser indiscutible en el año de su estreno.
Durante la retransmisión de aquel partido no pudimos evitar el tópico argentino: “Simeone, qué bueno que viniste”. Tampoco cuando una vuelta más tarde fue capaz de marcar un gol de puro potrero ante el Leganés, de culminar una acción que ya había protagonizado unos días antes en el Anxo Carro. En esta ocasión, llevó a la red lo mismo que una jornada antes había enviado a la grada.
Un gol de potrero
Aquel día intenté describir un gol que no creo que pueda olvidar: “Simeone salvó todos los obstáculos que había a su paso. Nada pareció premeditado: todo era una búsqueda a ciegas (…) Giuliano eligió el carril central, dibujó puentes entre las piernas: una salida en el laberinto, grietas entre las murallas. Ninguno de los siete rivales que le persiguieron lograron alcanzarle. Y el argentino resolvió sutil y suave, con un globo letal, la salida de Asier Riesgo (…) En su gol, hubo recursos de la calle y, en su celebración, el alma pura de un aficionado.”
Ahora, una vez que la temporada ha terminado, es fácil sentir cierta nostalgia de su paso por La Romareda. Reviso a deshora los 9 goles que ha logrado, las 3 asistencias que ha dado y una extraña recopilación de los goles que se quedó a un dedo de marcar. El argentino no es todavía un producto acabado, pero sí un jugador hecho para los grandes partidos. En ese lugar de la historia, Giuliano es más Simeone que nunca.
Da la impresión de que la nueva temporada no empezará hasta que se sepa si continúa en Zaragoza. El último mensaje del jugador, que ha escrito esta misma mañana, tiene aroma de despedida. Una parte de la afición cree todavía en un imposible y piensa que el poder popular puede deshacer una decisión que el Atlético de Madrid parece haber tomado. En las redes sociales, el lema “Giuliano quédate” sigue siendo un fenómeno viral.
En el buscador de esta web hay 226 entradas en las que aparece su nombre. Pienso ahora, con cierta nostalgia, que esta podría ser una de las últimas. Recurro entonces a un deseo casi desesperado, que sirve como cierre: “Giuliano, si fue bueno que vinieses, todavía sería mejor que te quedases”.