El Real Zaragoza se reencontró con la derrota, fuera de casa y frente a un rival directo, el Racing de Santander. El encuentro estuvo condicionado por la falta de una de sus piezas claves, Giuliano Simeone. El delantero, tras ver la segunda amarilla, se iba antes del descanso, dejando al equipo en inferioridad numérica durante más de 45 angustiosos minutos. Iván Azón se quedaba desamparado frente a la portería. La pareja, que prometía ser el salvavidas del equipo de cara a portería, se hundió en el Sardinero, condenando además, el encuentro de este sábado en la Romareda.
La doble amarilla de Giuliano Simeone dice mucho de su carácter competitivo. Un jugador a pie de cañón durante los 90 minutos incapaz de regularse. Tanto es así que la segunda cartulina llega después de que el colegiado, Busquets Ferrer, perdonará otra acción peligrosa del hispano argentino.
El pichichi del equipo maño veía la primera tarjeta en el minuto 12 en un choque contra Dani Fernández. La acción fue revisada por el VAR, ya que el equipo rival alegaba la expulsión directa, aunque el colegiado no lo interpretó de tal forma tras revisar la jugada. La expulsión se produciría en la jugada previa al descanso cuando Giuliano, movido por el ansia y el ímpetu, arrolló a Rubén Alves. El desenlace ya lo conocemos: la primera expulsión de su carrera profesional.
El jugador ha querido hacer uso de las redes sociales para pedir disculpas a la afición zaragocista, consciente de que su salida del terreno de juego marcó un antes y un después en la dinámica del encuentro. Giuliano publicó un post en el que escribía: “Siento una terrible rabia por todo lo vivido ayer. Quería disculparme tanto con el equipo como con todos los aficionados del Real Zaragoza. Trabajo cada día para ayudar al equipo en todo lo posible y ayer no lo demostré. Voy a aprender de los errores y seguir dándolo todo”.
Simeone trata de configurarse aún en una categoría en la que es principiante. Dejarse la piel no es suficiente, le falla la faceta racional en su juego, una capacidad que afianzará seguro mediante la experiencia. A pesar de las carencias, el “Cholito”, que empezó como suplente, ha sabido ganarse un puesto fijo en el once inicial, al que además, le ampara su título como pichichi del equipo.